Llegasteis al destino, el punto exacto del Polo Sur, era el día 17 de enero de 1912. Habíais partido de la madre patria hacía dos años. Fueron años de sufrimiento, de agotador trabajo y sacrificio, la última etapa del viaje comenzó el 24 de octubre de 1911, salisteis del campamento base y teníais que andar 2842 km de ida y vuelta pero no sirvió para llegar al destino, porque el destino no era ese, el destino no era esa tienda de campaña con la bandera noruega al viento. Todo aquel sacrificio no sirvió para nada, porque ya había llegado antes la expedición de Amudsen, esa era su tienda y su bandera, la gloria se esfumó entre el hiriente blanco polar. Vuestro destino no era ese; Wilson, Scott, Evans, Oates y Bowers, teniais reservado otro fín para unos días después. El 29 de marzo, a menos de 30º bajo cero, en el infierno de hielo, donde no hay nada, donde hasta la sangre grita de dolor, llegasteis tirando de los trineos, haciendo marchas de 23 km diarios, buscando el destino (manifiesto) y notabais como se os gangrenaban los pies, como se os caían cachos de la cara y como os volviais ciegos y locos. Pero erais el ejemplo, el carácter de la nación mas grande sobre la Tierra, los hijos del Imperio. La estupidez del comandante a nadie le era ajena pero nadie hizo nada porque el escalafón y la disciplina eran sagrados. Así encontrasteis vuestro destino; uno a uno moristeis en silencio sabiendo —porque erais héroes como los que os habían enseñado en la escuela, como Aquiles o como Héctor— que vuestro destino era la inmortalidad.

Es el modo más bello del que he leído esta historia. Me ha emocionado.
ResponderEliminarAl destino no le importó su carácter.
ResponderEliminarObedecer ciegamente a un loco...es desde luego absurdo y la historia siempre,siempre, acabará mal.
ResponderEliminarMuy bien puesto. Al final todas las historias acaban igual, con la muerte, es por eso por lo que leemos historias y no solo finales.
ResponderEliminar¡qué razón tienes, igualita!, no se puede obedecer ciegamente a un loco,por eso yo desobedezco a XC todo el rato.
ResponderEliminarYa sabes que es un chico muy maduro y equilibrado, pero habrás notado que últimamente está un poco loco debido a la lectura asidua de mi diario y de escuchar pacientemente mis descabelladas historias mientras seguimos visitando museos y quedando para ver exposiciones.Lo de "ver" es un decir, porque cuando quedo ,voy a su lado "ciegamente",(verás, Igualita, entre nosotras y que no se entere nadie, me quedan fatal las gafas de miope,parezco empollona total, así que con XC voy sin ellas, aún no hemos llegado a esa fase de confianza total en que una puede ir con gafas de 0.75 dioptrías por la vida persiguiendo x ces).
Por estos motivos de desobediencia absoluta, y por otros motivos que quien sepa -como tú-leer entre líneas todo lo publicado en el blog, la historia de Diane y XC, tiene pinta de ir a acabar muy bien,(de momento va genial), aunque el diario va atrasadísimo, porque xc insiste en publicarme a cuentagotas.
Cómo sigue la historia ya te lo contaré yo en mi página web que está "en construcción", definitivamente seguiré tu consejo y la semana que viene tendréis mi propia página, donde lo contaré todo pelos y señales...y lo mejor :sin la "censura" de xc...(jajjjajaaa).Tiembla, xc, ya lo dice el refrán: cria cuervos y ....
Quiero mas.......
ResponderEliminar;)
Sol
... pero su carácter si sabía de ese posible destino.
ResponderEliminarPrecioso texto x-c.
XC, me encantó la forma en que narras esta historia, como siempre ese estilo tan tuyo estilo que mantiene la tensión narrativa con frases cortas y palabras precisas.
ResponderEliminarMe vino a la memoria al leer esta entrada aquella canción de Mecano "héroes de la Antártida", basada en el relato de Stefan Zweig .Siempre lloraba al cantarla.
La letra ¿recuerdas? era:
"18 de enero de 1912, el capitán Scott acompañado de Evans, Wilson, Bowers y Oates, alcanza el Polo Sur. Pero fracasa en la
hazaña de ser el primero, sobre el punto de latitud 0 ondea ya la bandera noruega del explorador Amundsen. Exhaustos y fracasados emprenden el regreso.
16 de febrero Polo Sur
cinco ingleses por el desierto Azul
Evans va último de la fila
y colgada de su mochila
va la muerte dispuesta a demostrar
que una vez muerto
no se está mal en aquel lugar.
No hubo lápida
si hubo plática
que Dios salve a la reina
gloria eterna a los héroes
de la Antártida.
6 de marzo y Oates no puede más
son sus pies dos cuchillas de cristal
de arrastrarse en algunos tramos
tiene heladas también las manos
pero nadie le quiere abandonar
y mientras duermen
sale al paso de la eternidad.
No hubo lápida
si hubo plática
que Dios salve a la reina
gloria eterna a los héroes
de la Antártida.
30 de marzo
aquí acaba el diario
de Bowers, Wilson y Scott
que las ayudas que nunca nos llegaron
vayan a los que quedaron
nuestros hijos, nuestras viudas
como un inglés mueren tres.
No hubo lápidas
no hubo pláticas
no hubo Dios
ni hubo reina
sólo nieves eternas
en la Antártida.
Si pudieses colgar el video de esta canción te estaría muy agradecida.
Tu fan nº1
Desde niño he seguido el tema de las expediciones polares, he leido enciclopedias y libros, he visto películas y documentales, libros de fotografias y archivos. Hace un mes leí el último: "Con Scott al Polo, La expedición del Terra Nova, 1910-1913", un libro lleno de fotos y documentos, escrito por los mejores historiadores británicos. Yo acababa de poner en LLOVIENDO PIEDRAS la entrada "El carácter es el destino" y la foto del grupo de Scott delante de la tienda de Amudsen me perseguía, me había dejado anonadado ver sus caras de derrota. Estaba claro que el destino les había vencido a pesar de su valor. Sabía que tenía que poner esa fotografía en el blog y que tenía que escribir sobre el destino, esto me llevó un mes dándole vueltas, el texto escrito es la destilación de todas mis ideas, y de mis sentimientos sobre ellos. No quería escribir un rollo histórico, ni volver a la filosofía del carácter, ni tampoco criticar al comandante Scott, ni al Imperio británico. Al final no me quedo más remedio que reconocer su heroicidad, no hacerlo hubiese sido muy injusto.
ResponderEliminarGracias por reconocer mi busqueda de un estilo, una busqueda que me lleva a intentar escribir en prosa como si fuese poesía buscando el ritmo y la musicalidad, deseando manter el interés y producir tensión y atención en el lector.
¡Y hay que joderse, todo esto para que me digan que los niñatos de Mecano tienen una canción sobre el Polo!
Y a la loca de Diane, que se preparé, que cuando la coja por banda en la próxima exposición se va a enterar...
Es muy duro dejarte la piel,luchar contra viento y marea,dia tras dia, minuto a minuto , y recibir a cambio no solo la indiferencia total, sino además un buen palo en las costillas. Qué regusto más amargo,que sentimiento de gilipollez suprema. Aunque seas un héroe.
ResponderEliminarPero hay que seguir luchando, siempre , porque pueden arrebatarte todo, pero no tu dignidad, no tu ilusión, no tus sueños, no tu vocación. Verán con indiferencia el amor que se esconde detrás de cada gesto, de cada palabra, de cada decisión,pero tú lo sabes: eres parte de un ejército de héroes anónimos, sin los cuales el mundo carecería de sentido y la vida de esperanza.
ResponderEliminar"Un hombre puede ser destruido pero no derrotado"
ResponderEliminarErnest Hemingway. En eso estaba yo.
Caray,Raquel,me emocionas. Es duro sentirse ese héroe tonto y solitario, viendo como medran a tu alrededor como setas venenosas,y tú permaneces en tu rincón. Como un peón agotado y exprimido tras la batalla, como un Alatriste cualquiera.
ResponderEliminar¿Quién es el loco, el que manda o el que obedece?
ResponderEliminarRaquel tiene razón, el mundo ya hace tiempo que habría sido destruido sin esas heroínas y esos héroes que muchas veces piensan que están sol@s, contra el resto, contra los que pareciendo grandes solo son mezquindad por no decir mierda...¡Vivan las gentes que con sus gestos cotidianos anónimos sustentan la vida...!