domingo, 27 de marzo de 2011

¿Qué querías?

¿Qué querías? ¡Ya está bien! ¡Déjame en paz! ¿Por qué me tienes que tratar así? Toda la vida hablando de tu madre y resulta que ahora eres como ella; una amargada, una mujer rabiosa y triste que no sabe que le pasa, todo frustración. Cuando murió tu padre me acuerdo de como llorabas y de como la maldecías, de como le echabas la culpa por haber destruido su vida. ¿Y ahora qué? ¿Qué estás haciendo conmigo? Al principio pensé que era de broma, hasta que me di cuenta de que era en serio, que cuando me gritabas, me estabas gritando de verdad y que todo tu veneno me lo estabas echando encima. Tu neurastenia se había vuelto patológica y cualquier cosa valía para discutir; que si la comida estaba sosa o que si habías tenido un mal día en el trabajo. Llegó un momento que no diferenciábamos si estábamos bien o mal, si estabas contenta o disgustada; siempre reñías. Por eso cuando se presentó la enfermedad no me extrañó, eras un cáncer en mi vida. Habías conseguido que el odio creciese fuerte dentro de mí. Cada mañana era un poco más grande, un poco más consistente y seguro de sí mismo. Con los años se fue apoderando de mí alma, anegando cualquier otra cosa que no fuese ese sentimiento puro. Empecé a pensar en como quitármelo de encima ya que no me dejaba vivir, no me dejaba pensar en otra cosa que no fuese en ti. Hasta que llegó el día, aquella mañana me dolían más que de costumbre los moratones de los puñetazos que me pegabas mientras dormía, así que fui a la cocina, abrí el gas y me senté en una silla delante de la cama mirando como dormías. Encendí un pitillo.

3 comentarios:

  1. Que làstima no saber reaccionar a tiempo para decidir hacer un giro radical en tu vida, sin llegar a esos extremos. Nos cuesta dejar ataduras cuando éstas nos están ahogando, pero cuando lo haces, te quitas un lastre de encima y te percatas de tu propio ser de nuevo!
    Saludos
    Sol

    ResponderEliminar
  2. "...vaya vaya vaya, así que fuiste tú, nunca lo hubiese sospechado..."

    ResponderEliminar