viernes, 7 de junio de 2013

My land






Faustino Ruiz de la Peña expone en la Galería Octógono de Avilés sus últimos trabajos bajo el título de My land. Imposible no recordar la canción, el himno, de Woody Guthrie This land is your land, o el título de la película This land is mine (Esta tierra es mía), de Jean Renoir, donde el blanco y negro remonta a los paisajes mágicos y obreros de Que verde era mi valle (John Ford, 1941); lirismo que integra naturaleza y hombres en una historia común.

“El paisaje es una forma de retornar a la infancia, trabajar con óleos, mezclas; mancharme.”

¿Acaso no es el cine mudo la infancia del hombre moderno? Como daguerrotipos en funcionamiento, como un viejo tren de carbón, esas columnas de humo negro que rompían los cuadros de Turner queriendo mezclar el progreso con el romanticismo, el futuro con la máquina que nos lo acercaría. Ahora ya hemos pasado por dos guerras mundiales y el expresionismo nos ha mostrado el horror y las fuerzas que luchan dentro de los hombres y las mujeres, una pelea entre deseos y frustraciones arbitradas por las máquinas que imprimen billetes.
Tras darle la espalda, y pisotearla, volvemos a mirar a nuestro alrededor buscando refugio, tenemos que alejarnos para encontrar imágenes que nos consuelen, que nos retrotraigan a nuestra patria (la infancia) y nos hagan olvidar por un momento la ruindad de nuestro presente.

Un álbum de viejas fotografías, más que en sepia o en blanco y negro, en verde y negro y gris; daguerrotipos hechos a pulso y pincel. Paisajes por donde podría deslizarse el romántico Drácula de Coppola o el expresionista e inquietante Nosferatu de Murnau, en el crepúsculo, justo antes de que el objetivo del proyector se cierre en fundido a negro.

Paisajes pintados con minuciosidad y respeto, casi a la manera de Pieter Brueghel el Viejo, individualizando cada objeto, pero observándolos bajo una luz plomo que unifica todo el cuadro en una visión que nos aleja de El sol del membrillo y nos acerca a aquellos días del 1650 en que el maestro plantó el caballete delante del Jardín de Villa Médicis y adelantó en dos siglos a Corot.

“Comencé en la figuración como vía de escape, fue una evolución partiendo del expresionismo abstracto o el matérico, el informalismo... Los mensajes que yo podía transmitir, los materiales, el modelo y la forma de trabajar se me habían agotado. Por eso cuando empecé a hacer figuración, tenía un fondo de la pintura anterior.”

El paisaje como recuerdo o como instante, como querer atrapar el tiempo y detenerlo en un segundo para que nos pertenezca, o acaso para que seamos inmortales con él, al reflejar, o devolvernos, la mirada que le hemos dado. Tal vez enmarcar lo cotidiano le de más importancia, o al contrario lo desnude, a ello y a nosotros (los que vivimos dentro de estos paisajes).
























Mientras paseaba, el sol brillaba,
los campos de trigo se mecían y nubes de polvo se arremolinaban,
la niebla se levantaba y una voz cantaba
esta tierra se hizo para tí y para mí

Mientras caminaba vi una señal,
y la señal decía prohibido el paso,
pero por la otra parte no decía nada
ese es el lado que se hizo para ti y para mi

En las plazas de la ciudad, a la sombra del campanario
cerca de la casa de caridad veo a mi gente,
unos se quejan y otros se preguntan
si esta tierra todavía ha sido creada para ti y para mi.

Woody Guthrie.- This land is your land

Nuria y Héctor. Pensaste
















Imagen Natalia Pastor
Texto Roxana Popelka y X-C