martes, 30 de julio de 2013

El tiempo












Imagen Breza Cechini


Tengo el tiempo tan perdido como los perros en la noche como tu amor como palabras palabras en mi piel como los besos todos esos besos que no me diste como esa mirada esa boca esos brazos entre mis piernas en las tuyas en todas esas voces que son risas tus labios sonriendo. Te amo tanto mis pies han dejado de andar, que mis manos ya no saben más que de tu piel, que mis palabras no tienen más letras que tus vocales, y el sabor... y el dormir dormir abrazado a ti.

viernes, 26 de julio de 2013

Coll




Coll (1923-1984) dibujó desde siempre y desde siempre trabajó; a los doce años ya lo hacía en una cantera, aunque intento compaginar su empleo con los estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona. Trabajó de albañil hasta que en 1957 el TBO, consigue hacerle sobrevivir de las viñetas.
Sus historietas eran breves y lo que parecía un argumento sencillo, era un gag visual muy destilado, el fruto de un gran trabajo de concentración, por eso parecían tan sencillos, algo que sucede en los esketch de Chaplin o de Buster Keaton, el resultado de muchas horas de planificación, para que el final fuese imprevisible, sorprendente. Coll “era un maestro en el arte de sublimar humorísticamente los temas más sencillos e intrascendentes”. Su dibujo, extremadamente elegante, lleno de movimiento y minimalismo, era un ejemplo para los seguidores de la línea clara en los ochenta.
Sus historietas no estaban protagonizadas por personajes fijos —como las de Vázquez o Ibáñez— por Anacleto, el Botones Sacarino o Mortadelo y Filemon, sino que sus héroes eran anónimos: el náufrago, el motorista, el vagabundo, los indígenas africanos, el cazador… Sus personajes, altos y desgarbados, recordaban a el Sr. Hulot de Jacques Tati. Esto producía una duda en el artista, a veces esto le parecía bien ya que así no estaba atado al guión (que además podría escribir otra persona) que reduciría su libertad creativa; por el contrario la falta de personajes fijos le impedía tener asegurado el salario que representaban una páginas contratadas. Esta dicotomía mal resuelta le llevo a abandonar el tebeo para volver al trabajo de albañil entre 1964 y 1981.









A pesar de su reconocimiento, que le llevó, incluso, a exponer en galerías de arte, y de la fama que había alcanzado en el TBO. seguía cobrando lo mismo que quince años atrás. “Yo más que un dibujante que hizo de albañil, soy un albañil que hizo de dibujante”. Coll seguía la tozuda realidad patria, “escribir en España es llorar”, de Larra.
En los años ochenta, la revista Cairo, abanderada de la estética de la línea clara, intenta recuperar a Coll para el cómic, haciéndole un homenaje, ya en su primer número, en 1981 y encargándole la portada de algún otro ejemplar.
Pero el 14 de julio de 1984 encontraron a Coll en su bañera, con un cable eléctrico alrededor del cuello.




martes, 23 de julio de 2013

Egon Schiele en prisión









Egon Schiele (1890-1918) muere a los veintiocho años, cuatro años más tarde se pública Egon Schiele en prisión, el escritor es Arthur Roessler, el amigo y crítico de arte que defendió durante toda su vida a Schiele. Los únicos testimonios de los veinticuatro días de prisión, son los dibujos que el artista envió al escritor en 1912. Partiendo de ellos y del conocimiento de Egon, Artur Roessler recrea en forma de diario los sentimientos del pintor en cautividad. Schiele fue absuelto de las falsas acusaciones de corrupción de menores, un montaje de la policía austriaca. Una carta de Egon es el detonante de este relato: “… no puedo más, se lo aseguro, ¡me siento tan miserable! He pasado veinticuatro días en prisión —¿no se ha enterado? He sufrido de todo, y en los próximos días le escribiré para contarle todo lo que me ha sucedido.”

“Estoy obligado a vivir con mis propios excrementos, a respirar un aire sofocante, deletéreo. ¡Y sin embargo soy un ser humano! Y lo soy aunque este prisionero.”

“¿Cómo es posible semejante infamia? ¡Ni siquiera estoy condenado! ¿Cómo pueden tener entonces el derecho de castigarme? Estaría bien meter en chirona un día a todos los diputados, así, sin más, a fin de que esos legisladores sin cerebro sintieran en su propia carne —puesto que tampoco tienen alma, y si la tienen está atrofiada— lo que significa estar en prisión."
"Es evidente que tenemos que estar preparados siempre para sufrir lo que la vida nos inflija. Lo único importante es valorar y transmutar en otra cosa lo que se ha vivido. La decisión de no sucumbir."

"¡Veinticuatro días de cárcel! La instrucción se ha llevado a cabo de una forma lamentable, y yo he sufrido una miseria indecible. Me han castigado terriblemente sin haber sido condenado.
Durante la sesión del tribunal, uno de mis dibujos confiscados ha sido solemnemente quemado en la llama de un cirio por el juez togado. —¡Auto de fe! ¡Savonarola! ¡Inquisición! ¡Edad Media! ¿Castración institucionalizada, hipocresía!— si, corred a los museos y despedazad las mejores obras de arte. El que reniega del sexo es un cerdo que mancilla del modo más vil a sus propios padres, que lo han engendrado."
"Dios es eterno, lo llame el hombre Buda, Zoroastro, Osiris, Zeus o Cristo, e intemporal como Dios es lo que hay de más divino después de Él, el Arte.- El Arte no puede ser moderno; el Arte es eterno."

viernes, 19 de julio de 2013

In the ghetto



¿Cuanto tiempo ha pasado, dos días, tres? ¿Qué hacías sin mi, a donde fuiste? La noche, larga como la calada de un muerto, no dejaba de mirarte, ya lo se, ¿pero que importancia tenía? No te dabas cuenta de todo lo que te quería. Acaso no te dabas cuenta, no te dabas cuenta de nada. ¿Para que valía mi amor si tú no me querías? Si besarte era besarte la mejilla, si acariciarte era acariciar una muñeca. Yo no sabia que pasaba, que pasaba por tu cabeza, pero me quedaba triste, sentía. Ya se que la vida es así y todo eso, pero a mi no me consuela. Cuando te veo te quiero pero luego, cuando ni tan siquiera tienes tiempo para darme una caricia, pienso en que pasa, pienso  en que no es esto, que yo ya había vivido las cosas y que ahora te quería a ti, no quería sueños ni planes ni proyectos, ni tan siquiera paz. Quería llegar a casa y apretarte entre mis brazos, dolerme de saber que estaba contigo; y no había nada más.
Día, día, día y noche, así fuimos, en el sofá en la cocina en el coche en el sueño de la noche, siempre entre tus brazos. Yo era rey, pensaste en más allá, pensaste en como hacernos más fuertes, o no, tal vez los hijos lo fueran, no lo se. Pero todo fue por ahí, ya era el tiempo, teníamos edad y lo hicimos, lo hicimos de noche y de día, nos amamos a tope, hicimos el amor por toda la casa, nos queríamos  Y llegó la noche, cuando llegué a casa no estabas, no había ningún ruido, siempre abría con llave, pero no te oí en la cocina, miré en el baño, estabas en la habitación, encima de la cama, tenías la cara desencajada, estabas rota no quedaba nada de ti, los zapatos en el suelo y un olor a fin. 


martes, 16 de julio de 2013

Dinero



















Martin Amis.-Dinero

"Iba tan cocido que me sentía incapaz de averiguar si ellos podían ver lo cocido que iba. ¿Les daba igual? Yo iba tan cocido que me daba igual."

"Aquí siguen ocurriendo cosas, y alguna cosa espera a que yo llegue para ocurrirme. Lo sé. Recientemente mi vida es como un chiste de los que te hielan la sangre. Recientemente mi vida ha comenzado a adquirir forma. Hay algo que me espera. Yo espero. Pronto, esa cosa dejará de esperar, el día menos pensado. Pueden ocurrir cosas espantosas en cualquier momento. Esto es lo más espantoso."

"La memoria es muy graciosa, ¿verdad? ¿No están de acuerdo? Yo tampoco. Jamás me ha divertido la memoria, y a medida que voy haciéndome mayor, menos graciosos me parecen sus chistes. Es posible que la memoria no cambie, pero conforme van pasando los días cada vez tiene menos que registrar. Me parece que mi memoria está en forma. Lo único que pasa es que mi vida me parece cada vez menos memorable. ¿Te acuerdas de dónde dejaste las llaves? ¿Y por qué tendría que acordarme? ¿Te acuerdas de aquel día en la bañera? ¿Te lavaste también los dedos de los pies? (Qué aburrido es echar una meada, sobre todo después de las mil primeras veces. Fíu, que rollo, ¿no?) Ya no consigo recordar ni la mitad de las cosas que hago. Pero tampoco hago gran cosa."

"Hay gente a la que le entra el sueño cuando bebe un poquito. Yo pertenezco al otro tipo. Al tipo de los que cuando beben se sienten fuertes y con ganas de hacer cosas… No hagas nada es la máxima que yo sigo cuando me emborracho. Pero siempre hago montones de cosas. Estoy borracho "No hagas nada", una buena norma. El mundo sería mucho mejor, y mucho más seguro para mí, si nadie hiciera nunca nada."

"A veces las adicciones son utilísimas: como mínimo, para satisfacerlas no te queda más remedio que levantarte de la cama."

"A veces la vida parece una cosa muy conocida. Tiene ese aspecto tan familiar en la mirada. La vida no es más que venganza, conspiración, sentimientos intensos, arranques de orgullo, fe en uno mismo, fe en la justicia de las mareas, de las inundaciones."

“Calor, dinero, sexo y fiebre: esto es Nueva York, esto es clase, esto es la cresta de la ola” 

"Si eres pequeño y aquello de lo que te evades es grande (¿no han tenido nunca ese sueño?), el único escondrijo posible es algún reducto muy pequeño en el que la cosa grande no pueda entrar. Pero lo malo es que tienes que quedarte ahí, en ese sitio tan pequeño, y a veces hasta encogerte para retroceder más aún. Estoy cansado de ese sitio tan pequeño. Estoy hasta los putos cojones de ese sitio tan diminuto. Estoy harto de que me miren sin yo enterarme. Estoy harto de todas esas ausencias."

"Los futuros del futuro nunca habían tenido un aspecto tan pétreo. No inviertan dinero en el futuro. Acepten mi consejo y confórmense con el presente. El presente es real, la única realidad. El presente, el jadeante presente, es todo lo que hay."

"Dado que he resultado ser el tipo de ser humano que soy, lo primero que me pregunto al ver a una mujer es: ¿me la tiraré? Del mismo modo, lo primero que pienso al ver un hombre es: ¿tendré una pelea con él?"

"—No sé si te das cuenta, pero es pedir mucho eso de pasar toda una tarde con alguien que está borracho.
…Siempre había sabido que eso era verdad, naturalmente. Todos los borrachos sabemos que eso es verdad. Pero, en general, la gente tiene la suficiente consideración como para no mencionarlo. La verdad, carece de tacto. Ese es el problema de los que no son alcohólicos: nunca sabes qué van a decir a continuación. Sí, los sobrios son gente extraña, impredecible, insoslayable, selectiva. Pero nosotros hacemos cuanto podemos por soportarlos."

"Todos vamos perdiendo: diciendo adiós con la mano, o dándonos un besito en la punta de los dedos, da igual, de la manera que sea, todos perdemos algo, nos despedimos de algo que se va encogiendo, alejando, desapareciendo. La vida se reduce a perder, perdemos a la madre, al padre, perdemos el pelo, la belleza, los dientes, los amigos, los amantes, la buena forma, la razón, la vida. No hacemos más que perder, perder, perder. Nos va quedando cada vez menos vida. Es demasiado dura, demasiado difícil. No valemos para vivir. No sé si resistiríamos otras cosas. Pero la vida no. A ver quién se lleva la vida de nuestros estantes. Que nos la quiten de encima. Es jodidamente difícil, y no valemos para vivirla."

lunes, 8 de julio de 2013

Mujeres
























Charles Bukowski.-Mujeres

«Dejé el teléfono. Pensé en Sara. Pero Sara y yo no estábamos casados. Un hombre tenía sus derechos. Yo era un escritor. Era un viejo indecente. Las relaciones humanas nunca solían funcionar. Sólo las dos primeras semanas tenían algo electrizante, luego los participantes perdían el interés. Las máscaras caían y la realidad aparecía: dementes, imbéciles, chiflados, rencorosos, sádicos, asesinos. La sociedad moderna había creado su propia especie y la había enfrentado entre sí. Era un duelo a muerte en un cerco sin salida. Lo más que podía uno esperar de una relación, decidí, eran dos años y medio como máximo. El rey Mongut de Siam tenía 9.000 esposas y concubinas; el rey Salomón del Antiguo Testamento tenía 700 esposas; Augusto el fuerte de Sajonia tenía 365 mujeres, una para cada día del añó. Sanidad en números.»