lunes, 31 de enero de 2011

Ausencia












cuadro Vicente Pastor
foto X-C



Tu ausencia retiene mi vida en un momento sin espacio ni tiempo, sólo tu olor.

Apuntes





















Cuando el silencio ocupe todos mis rincones estaré muerto.
Tu sonrisa hará de mi vida, mi vida y la tuya.
Cuando miras al mar ves las olas volver.
Y en la noche escuchas al silencio bramar.
Cuando sangra el corazón y la vida muere.



sábado, 29 de enero de 2011

Sigue lloviendo
















foto X-C


Sigue lloviendo. La ciudad, gris como un sapo, soporta la insistente lluvia sin ninguna queja, a fin de cuentas esta acostumbrada. Sin embargo hay alguien que extrañado por una sorprendente jugada de los dioses, esperaba la primavera, quería volver a ver —como Sherlock y Watson— los brotes en los setos y las primeras flores en los árboles. Pero Atenea, la diosa de la guerra y de la estrategia, no había dicho aún su última palabra. ¿Que aventuras nos deparará esta nueva Odisea?

viernes, 28 de enero de 2011

Vivo allí donde estuve


















foto X-C


José Manuel Caballero Bonald

Desde un lugar que aprendo
a recorrer cada mañana, vuelvo
sobre mis pasos y te espero
allí donde estoy solo.

Matinal
ofertorio del sueño, escribo el nombre
de tu vida, te vas desentrañando
entre las hoscas hojas traicionadas
en la noche. Eres la reclusión
donde me sacio, el acuciante
azar en que te tengo
cada día, amor propiciatorio que reúne
lo perdido.

Vivo allí donde estuve,
junto al mar delirante, libre
velocidad inmóvil orillada
de fuego, bosque lustral
de la alegría.

¿Qué me queda
de aquel itinerario, habitaciones
clandestinas, bautismales refugios
de única verdad, qué me queda
detrás del sortilegio? Ser
feliz un instante y perderte, mientras
vuelvo sobre mis pasos cada día.


jueves, 27 de enero de 2011

¿Cuanto vale?












En Filipinas por 3.000 dólares te venden un riñón, en Estados Unidos te compran uno por un millón. ¿Cuanto vale un concejal, y un alcalde, y un consejero autonómico, y un senador, y un ministro, y un rey? ¿Cuanto les paga el dueño de una constructora o el presidente de otro país? ¿Cual es su precio?
¿Cuanto nos cuesta cada coche oficial, cada chófer  cada sonrisa, cada babeo delante de un príncipe que es el heredero del mayor engendro de la historia de España? Una dinastía que traicionó a su reino varias veces y asesino a sus súbditos sin piedad. ¿Cómo es posible que un estado que se dice soberano soporte tanta infamia? No hay nada como un estómago agradecido, el problema es que ya no hay fondos de la Unión Europea y ya no quedan terrenos en los ayuntamientos para jugar al monopoly (con nuestros billetes). ¿Ahora de donde va a salir el dinero? Los bancos ya no lo tienen, así que nuestros gobernantes les tienen que devolver los favores recibidos.
Decía Churchil que España era una nación secuestrada por su propio ejército, ahora resulta que cincuenta años después, España es un país secuestrado por sus políticos.


lunes, 24 de enero de 2011

La destrucción






















Charles Baudelaire.- Las flores del mal.
La destrucción.

A mi lado sin tregua el Demonio se agita;
En torno de mi flota como un aire impalpable;
Lo trago y noto cómo abrasa mis pulmones
De un deseo llenándolos culpable e infinito.

Toma, a veces, pues sabe de mi amor por el Arte,
De la más seductora mujer las apariencias,
y acudiendo a especiosos pretextos de adulón
Mis labios acostumbra a filtros depravados.

Lejos de la mirada de Dios así me lleva,
Jadeante y deshecho por la fatiga, al centro
De las hondas y solas planicies del Hastío,

Y arroja ante mis ojos, de confusión repletos,
Vestiduras manchadas y entreabiertas heridas,
¡Y el sangriento aparato que en la Destrucción vive!

domingo, 23 de enero de 2011

Estamos tocando el fondo


Porque vivimos a golpes, porque no quiero que haya mañana, porque sé que la vida no vale nada, porque sé que la palabra sólo es letra, que las caricias son recuerdos. Besos sin labios, menos que un sueño, apenas la sombra de un recuerdo, porque sé que mi futuro es este rincón, porque sé que estoy tocando el fondo, porque sé que mi vida no vale nada, porque sé que todas estas lágrimas no van al mar, porque sé que van al fuego. Porque estoy tocando el fondo.

sábado, 22 de enero de 2011

Bailaré sobre tu tumba












foto Minerva

En la puta noche, en la desesperación, en la obscuridad, en el instante loco, en el frio, en el dolor. Cuando no tengo nada, cuando me muero, cuando grito como un mono; en ese momento en que me arrebullo y aplasto mis orejas con mis manos para no oírme, en el dolor, cuando no sé que hacer ni porque estoy vivo; en ese instante en el que debería aparecer una nave espacial o algo así, justo antes de llorar, me acuerdo de tí y sonrío. Estoy seguro de que bailaré sobre tu tumba.

viernes, 21 de enero de 2011

Perdición

Me estremezco entre tus brazos, cuanto más fuerte me aprietas más tiemblo, me derrito. Tu aliento me transporta a otro estado, siento tu voz como si fuese un ángel llamándome el día del juicio final. Me dices que mate y no tengo nada que pensar, no dudo, te huelo, sabes como una mañana de domingo a tu lado. Oía tu corazón latir como una apisonadora, pero era el mío, tan fuerte cantaba que no me daba cuenta de que no eras tú, de que tú no estabas; sólo era una herramienta en tus manos, un instrumento de tu ambición. Hoy estoy de pie, tengo una silla delante y gente que me mira. Me van a freír, pero yo estaba loco por ti.

Me miras














Me miras, veo tus ojos, tus ojos mirándome, mirándome frente a los mios. Abro la mano buscando tu cuerpo. Mi boca te busca, te oigo susurrar, siento tu piel, mis dientes quieren morderte, morder tus labios, tu pelo, tus pechos... Tu pelo acaricia mi cara, escucho tu corazón latiendo como un submarino que sube por mis venas presto a estrellarse contra mi corazón ciego.
Deseo el sol, tu despertar.

miércoles, 19 de enero de 2011

En el infierno















Obra de teatro en un acto y una sola escena. Transcurre en el infierno, el escenario está vacio y todo está pintado de gris ceniza, el suelo, las paredes, el techo. En escena hay dos hombres desnudos, uno enfrente del otro, son el mismo hombre.

DIABLO     —¿Que pasó?
HOMBRE   —Que apostó por mí.
DIABLO     —¿Porqué?
HOMBRE   —Porque quería quererme.
DIABLO     —Pero no te quería.
HOMBRE   —Si, pero no lo suficiente.
DIABLO     —¿Y porqué perdió?
HOMBRE   —Porque llego el Otro.
DIABLO     —¿Y qué hizo el Otro?
HOMBRE   —Le dijo que la quería.
DIABLO     —¿Y ella?
HOMBRE   —Le creyó.
DIABLO     —¿Y tú?
HOMBRE   —Yo he muerto, ¿no me ves aquí?
DIABLO     — Si, ya te veo.
HOMBRE   —¿Y ahora que será de mi?
DIABLO     —Ahora te quedarás aquí, en el infierno.
HOMBRE   —¿Pero porqué?
DIABLO     —Porque no te amaron.
HOMBRE   —¡Pero yo la quería más qué a mi vida!
DIABLO     —Por eso estás aquí.
HOMBRE   —Pero si aquí no hay nada.
DIABLO     —Estas tú.
HOMBRE   —¿Y tú que harás?
DIABLO     —Yo lloraré por tí.

martes, 18 de enero de 2011

Escalera al cielo



Hay una dama que está segura
de que todo lo que reluce es oro
y va a comprar una escalera al cielo.
Cuando llegue allí ella sabe,
si las tiendas están cerradas,
que con una palabra puede conseguir a lo que venía.
Y va a comprar una escalera al cielo.

Hay un letrero en la pared,
pero quiere estar segura,
porque ya se sabe que a veces
las palabras tienen un doble significado.
En un árbol junto al arroyo
hay una pájaro que canta.
A veces nuestros pensamientos son dudosos.
Me hace pensar.

Siento una cierta sensación
cuando miro hacia el oeste
y mi espíritu grita por irse.
En mis pensamientos he visto
anillos de humo entre los árboles
y las voces de los que se quedan mirando.
Me hace pensar.
De verdad, me hace pensar.

Y se murmura que pronto,
si todos llevamos la batuta,
el flautista nos conducirá a la razón.
Y amanecerá un nuevo día
para los que resistan.
Y en los bosques resonarán las risas.

Si hay alboroto en tu cercado
no te inquietes,
sólo es una limpieza a fondo para la reina de mayo.
Sí, hay dos sendas que se pueden seguir,
pero a la larga
aún se está a tiempo de cambiar de camino.
Y eso me hace pensar.

Tienes la cabeza aturdida y no funcionará.
Por si no lo sabías,
el flautista te llama para que te unas a él.
Querida dama, ¿oyes soplar al viento?
¿Y sabías
que tu escalera está en el susurrante viento?

Y mientras serpenteamos por el camino,
nuestras sombras más altas que nuestra alma,
por ahí anda una dama a la que todos conocemos
que irradia luz blanca y quiere enseñar
cómo todo aún se convierte en oro.
Y si escuchas atentamente,
la melodía te llegará al final.
Cuando todo sea uno y uno sea todo.
Ser una roca y no rodar.

Y va a comprar una escalera al cielo.

lunes, 17 de enero de 2011

domingo, 16 de enero de 2011

Autopsia

















No puedo abrir los ojos, al fin todo es obscuridad. Escucho ruidos, voces, trastean en mi alrededor, como perros tras la caza. Escucho cuchillos que rajan, sierras que sierran, voces que hablan de no sé que cosa. A mí ya no me importa, al fin he conseguido dormir, las voces almohadilladas no sé que dicen, siento que trabajan sobre mí, pero no entiendo lo que hacen. Yo espero, pensé que la noche me amaría, pensé que el día ya no volvería, pensé que todas esas cosas que dicen que son la vida y que a mí me estaban matando dejarían de molestarme. La vida, esa maldición que me persiguió, no me torturará más. Como la luna a la noche y el sol al día, un clavo tras otro clavo, sólo dolor. Ahora la muerte no sé que me preguntará, pero da igual, ya no habrá destino... ya he llegado.

sábado, 15 de enero de 2011

Cuando llegó la ambulancia
















foto X-C


Cuando llegó la ambulancia ya no quedaba nada de mí. El hombre que fui había desaparecido bajo la lluvia de piedras. La última pedrada fue brutal, me arrancó lo único que me quedaba, los sueños.

Mariposas


















Mareva escribió estas preciosas y precisas palabras, en su blog HOGUERA DE IDEAS, hace dos noches:

«No tengo mariposas para empezar el día, ni barro para hacer un cuenco donde meter las lágrimas, ni un solo pensamiento cuando hablan del sentido de la vida, tampoco tengo un miércoles marcado en el calendario para ir al mar, ni tengo religión, ni esperanza, ni maquillaje, ni un objeto que me sea imprescindible y creo que ahora más que nunca está aclarandose el cielo.»

Yo, en cambio, tengo mariposas en el estómago para morir esta noche, tengo una cama para ahogarme en mis lágrimas, tengo miles de pensamientos sobre lo que ya no será mi vida, y tengo un miércoles marcado en el calendario para no olvidar nunca, tampoco iré ya al mar, ni tengo religión, ni esperanza, ni maquillaje, ni un objeto que me sea imprescindible y creo que ahora más que nunca está hundiéndose el cielo.

viernes, 14 de enero de 2011

Un mes y un día

foto X-C


Iba mirando los días en el calendario esperando que algo sucediese, pero no sucedía nada, sólo la desagradable sensación de estar muriendo. Llevaba un mes y un día bebiendo, intentando ahogar el corazón en alcohol. La noche y la mañana eran como una mortaja. El silencio me envolvía y ya no había nada que esperar. Para levantarme hacía falta algo mas que un despertador furioso. Estaba más quemado que la pipa un indio, y cuando sonaba el puto reloj ya estaba despierto, me jodía que se abalanzase sobre mí sin ninguna consideración, estaba hasta los cojones de tantos años oyéndolo y de parecer yo el responsable del amanecer. Por suerte no recordaba nada, nunca recordaba nada. Encontraba la ropa tirada por el suelo o la tenía puesta, aunque los zapatos no estaban por la mañana. Cuando despiertas y encuentras que estas vestido es una sensación extraña, es como si hubieses muerto y hubieses resucitado, no tienes frío. Luego es peor, no sé porqué tengo la puta manía de pensar. Piensas que estás solo y que la vida es una puta mierda, y que tu eres un cerdo por que no eres capaz de conseguir que nadie te quiera. Sí, es divertido levantarse a la mañana siguiente. Pero la gran putada es acostarse, por eso me emborracho (cualquier excusa es buena), porque no quiero ir a la cama, porque tengo miedo,  y porque hay fantasmas que ya no están.

jueves, 13 de enero de 2011

Arponera


Un arpón mal lanzado me atravesó el pecho, me rompió las costillas y se abrió camino hasta destrozarme el corazón.
¡Maldita sea mi suerte!

martes, 11 de enero de 2011

Amor y dolor

















Todo se ha perdido, ni una gota de esperanza queda en el mar de la desesperación. Los caminos se cerraron, desaparecieron en la obscuridad de la vida. La ponzoña del destino vuelve a arrebatarnos cualquier posibilidad de felicidad. La dama negra absorbe sin piedad cualquier resto de ilusión. La sangre del infeliz se precipita como una catarata sobre la garganta de la mujer vampiro, que intenta saciar su maldita sed de amor, algo que nunca encontrará porque no tiene corazón, no tiene nada que lata dentro de ella, sólo tiene la amargura de no ser, por eso todo lo destruye, lo devora en una orgía de sangre y lágrimas. Jamás encontrará el amor, sólo hallará el dolor.

lunes, 10 de enero de 2011

sábado, 8 de enero de 2011

Mi brazo













Paso la mano por mi brazo pensando que eres tú la que me acaricia, meto los dedos por dentro de la camiseta rozándome como si fueses tú la que me explorases, humedezco la lengua pensando que la voy a estirar y se encontrará contigo, dentro de tu boca. La tarde, de sol, discurre invariablemente sin ti, pero cada vez te tengo más cerca. justamente estás en el centro de mi alma.

viernes, 7 de enero de 2011

La pena o la nada


Sé que tiempos más duros
aún están por venir,
que algunos días de mayo son
más lluviosos que los de abril
Me clavaste ambos ojos,
y aún recuerdo en tu voz:
la vida es parte buscar placer
y parte hallar dolor.

Y en tu mirada mojada
vi que rezabas por mi alma, oh señor.
Y te vi llorar, un río a cada lado
de tu rostro sin desmaquillar,
como la propia Katy Jurado
con las nubes negras detrás.
Te vi llorar, y qué podía hacer,
(qué podía hacer)
si me hundía sin poder ponerme yo a llorar también.

Y en tales circunstancias,
cómo iba yo a actuar,
mi alma se volvió a anclar,
te oí, cansada de naufragar.
Pero aunque ahora dan fuego,
o brille en el cielo el sol,
sólo son tus dos ojos
los que a mi vida traen luz y calor*

Y en tu mirada mojada
vi que rezabas por mi alma, oh señor.
Y te vi llorar, un río a cada lado
de tu rostro sin desmaquillar,
como la propia Katy Jurado
con las nubes negras detrás.
Te vi llorar, y qué podía hacer,
(qué podía hacer)
si me hundía sin poder ponerme yo a llorar también.

Y en tu mirada mojada
vi que rezabas por mi alma, oh señor.
Y te vi llorar, un río a cada lado
de tu rostro sin desmaquillar,
como la propia Katy Jurado
con las nubes negras detrás,
como el negro escuchando a Van Zandt cantar
"Waitin' around to die",
como Juana de Arco al arder,
como el santo a punto de perder la fe,
te vi llorar.

Y entre el dolor y la nada elegí el dolor,
entre el dolor y la nada elegí el dolor,
entre el dolor y la nada elegí el dolor,
entre el dolor y la nada elegí el dolor.

jueves, 6 de enero de 2011

A más de treinta grados





















Tal vez Abdul Bashur, soñador de navíos, cuando se quedó solo en el camarote pensó algo así:
     De repente, en un instante, a más de treinta grados, llegó el invierno, todas las hojas de los árboles se cayeron de golpe y la esperanza se trocó en el frío mortal del infierno. Cuatro días en el cielo habían bastado para que las catedrales de palabras se derrumbasen como castillos en el aire. Otra vez en el suelo, otra vez solo, otra vez esa sensación de querer morirme, de gritar sin fin  de no saber a donde ir, de no tener a donde ir. Esperar la noche en el día y el día en la noche, sentir como quiero vomitar el corazón y como los pies giran sin saber hacia donde caminar. Hoy empieza otra vez, la vida que no quiero, la mala vida, la muerte en vida, el agobio de saber que ya nada importa, que los actos no tienen importancia ni consecuencia, que todo lleva al mismo sitio, al rincón, donde quisiera estar ahora tirado, gritando de dolor, revolcándome en mi vómito, otra vez debo huir, sin saber porqué, sin saber a dónde, sólo corriendo.















fotos X-C

miércoles, 5 de enero de 2011

Abdul Bashur, soñador de navíos




Álvaro Mutis.- Abdul Bashur, soñador de navíos.

     «El encuentro de los dos amigos fue, como era de esperarse, desgarrador, en particular para Bashur, para quien la noticia tuvo consecuencias imprevisibles. El Gaviero subió a bordo y, tomando a su amigo del brazo, lo llevó al camarote de éste, diciéndole que tenía que comunicarle algo en privado. El rostro de Bashur, quien, en ese instante, intuyó que algo había sucedido a Ilona, cobró un tono gris y rígido como de quien espera un golpe y no sabe de dónde va a venir. Ya en el camarote, Maqroll le relató en breves palabras la tragedia. Bashur, anonadado, pidió al Gaviero con voz sorda que, por favor, lo dejara un rato solo. Maqroll salió para hablar con el capitán.
     —Qué le pasó a Jabdul. ¿Una mala noticia? ¿Ilona no vino acaso con usted?
     —Ilona murió, Vincas.
     —¡Dios mío! ¿Y usted lo dejó solo?
     —No se preocupe. Él mismo me lo pidió. Bashur no es de los que busca escaparse por la puerta que usted está pensando. Le hará bien estar solo unas horas para acostumbrarse a vivir con el vacío que le espera. Las consecuencias vendrán después. Pienso que serán fatales, pero en otro sentido —explicó el Gaviero.
     —Bueno. Usted lo conoce mejor. Me angustia pensar en el dolor que lo debe estar torturando ahora. Estaba tan ilusionado de ver a su amiga y de mostrarle el barco, bautizado en su honor.
     Ya en su camarote, el Gaviero meditó largamente sobre el destino nefasto que parecía marcar a quienes llegaban a compartir con él algún trecho de su vida. Para Abdul, la muerte de Ilona era un desastre abrumador. Su relación con ella, con ese cariz fraterno y, al mismo tiempo, una fuerte dosis de erotismo, había creado un vínculo mucho más sólido de lo que el itinerante libanés sospechaba.

Para Ilona, por su parte, Abdul era ese hermano menor que nunca tuvo y cuya vida le producía secreta satisfacción orientar. Había en ella una mezcla de complicidad sensual y de sutil dominio ejercido con destreza esencialmente femenina. En cambio, la relación con Maqroll significaba para Ilona un perpetuo reto y una continua sorpresa. Nunca había conseguido asir, así fuera por un instante, alguien por quien sentía evidente atracción y cuyo enigma superaba la eficaz y apretada red de su inteligencia premonitoria de hechicera. Con Maqroll todo quedaba pendiente y nada se cumplía a cabalidad. Los cabos sueltos tornaban a intrigarla, despertando su curiosidad por el personaje. Con Abdul, en cambio, todo se formalizaba dentro de un orden cuyo escueto diseño, que no excluía la aventura y el riesgo, la mantenía dentro de cauces que jamas escapaban a su amorosa inteligencia. Que los celos no hubieran asomado jamás su tortuosa silueta para separar al trío, era fácilmente explicable para quienes conocían esos distintos matices de su relación. La desaparición de Ilona dejaba un vacío que, sin separar a los dos amigos, les despojaba de un intermediario que había facilitado y hecho más amable el manejo de situaciones cuya gravedad siempre acababa disolviéndose por obra del saludable sentido común y el indeclinable amor a la vida de su común amiga y amante.
     El viaje a Vancouver estuvo así, teñido por la turbia torpeza que deja la muerte de alguien a quien hemos amado sin reservas y que formaba parte de la más firme substancia de nuestro existir.
     Ya sin Ilona y su amorosa pero sutil vigilancia, Abdul Bashur, con el paso del tiempo, se fue inclinando cada vez más a seguir los pasos del Gaviero, asumiendo su deshilvanada errancia y el gusto por aceptar el destino sin medir el alcance de sus ocultos designios. Por este camino, Abdul, movido por el secular atavismo de su sangre trashumante, descendió, si no más hondo, al menos a las mismas tinieblas abismales visitadas por Maqroll. Era como si hubiese perdido un freno, un asidero que lo detenía en lo pendiente de su querencia al desastre.»

martes, 4 de enero de 2011

A fun fun, a fan fan












fotoX-C

Hacía un frío de tres pares de cojones, tenía la chupa mojada y estaba harto de buscar un sitio que no existía. Cuando llegaron los colegas ya no sabia si llorar o reir, llevaba media docena de cacharros y solo eran las siete de la tarde. Todo el mundo estaba empeñado en sonreir (sobre todo con la mujer al lado) y los gilipollas de los camareros parecian zombis con los gorros rojos. No había lugar para pensar en nada pasado, las cosas ya estaban bastante jodidas ahora como para pensar en lo jodidas que estuvieron antes. Además ya había pasado la puta mierda del sorteo de la loteria de Navidad y el discurso de "Tontona". Mientras tanto, las luces eran más bellas bajo la claridad que imprimían a la realidad los gin-tonics azulados. Me dolían las muelas de sonreir a las mujeres de mis amigos y me dolían los huevos de sufrir la venganza de los curas, las reinonas de esta noche puta, en que las madres se sienten obligadas a ser más que un útero, son como la Virgen María, pero las pobres tienen que pagar por haber dejado que las follase su marido (si hubiese sido el cura...de dios).
Ya quedaba poco para ir a cenar los putos langostinos, y la sopa y la merluza y... absurdo. Me gustaría ser Vlade y empalar a todos los sacerdotes, estos mierdas, sucesores de un Imperio romano en putrefacción, que han arrasado España, conviertiendola en una nación de manos muertas que sólo espera de la olla podrida.
Un año más, otra vez la mísera liturgia de los besa mejillas y Raphael como si fuese un heroe, el tamborcillo sardo o el fiu de la Bernarda, repitiendo esa actuacion de los niños a las tías, cuando ellas los abrazan con fuerza, para sentir un poco del calor del establo.
La vida, me han dicho que existe, sí, es cierto que hay hormigas, lo sé porque todas las noches me comen los pies mientras siento ese asqueroso sabor de tierra mojada en la boca. La vida... la última vez que me pegaron fue por decirle a una chica que la quería, estaba vivo, sí estaba vivo, ahora estoy muerto y no sé que es mejor. Gracias a Dios tengo un gin-tonic en la mano.

lunes, 3 de enero de 2011

Siluetas de barro













Extrañas siluetas de barro.
Pedazos de vida,
                         sueños de nada.

Sólo el tiempo,
                      esperar que pase todo,
volver a soñar.

Siempre ilusión,
el mar de olas sobre las gaviotas.

Antes había rincones,
                                ahora hay silencios.

Días que pasan sin sentir,
noches eternas para morir.

Amanecer en una botella,
                                      vivir en un sueño muerto.


domingo, 2 de enero de 2011

Diez días












foto X-C

Diez días, diez días lloviendo, mañana volvía a trabajar, la luna de miel había sido un desastre, las fotos bajo la lluvia se jodieron, tu vestido decías que pesaba una tonelada y que te costaba andar. Tu peinado se había deshecho como un soufflé y tus zapatitos blancos parecian barcas navegables. Cuando llegamos al hotel estabas histérica, gritabas como un mono y gruñias como una cerda, te measte delante de la cama y lloraste como si te hubiesen arrancado un diente, yo no sabía que pensar, que si eras tonta o que si estabas loca, pero tu madre me conto como habías llorado el día de tu primera comunión. Sí, la tonta de tu madre me dijo que eras un chica débil y enferma, que te enfadabas por nada y que tenías la mandíbula caída como tu padre, que eras una neurótica y que te gustaba beber como a él. Todo esto me lo dijo mirándome a los ojos, mirándome no como a un hijo, mirándome...

sábado, 1 de enero de 2011

Perros de lluvia



“Dentro de un reloj roto, salpicando vino, con todos los perros de lluvia… Taxi, Taxi!!!... Preferimos caminar en la entrada con los perros de la lluvia, porque yo soy un perro de lluvia también… Oh como bailamos y nos tragamos la noche, por eso todo fue propicio para soñar. Bailamos lejos de todas las luces, siempre alejados de nuestras mentes. Ron fluyendo fuerte y delgado, golpea fuera del basurero con los perros de lluvia a bordo de un tren naufrago  Doy mi paraguas a los perros de lluvia, porque yo soy un perro de la lluvia también… Oh como bailamos con la Rosa de Tralee, su largo cabello negro como un cuervo. Oh como bailamos, y me dijo al oído: Nunca volverás a casa…”