miércoles, 30 de marzo de 2011

Quisiera dormirme





















Quisiera dormirme esta noche abrazado a ti,
besarte... y no despertar nunca más.



domingo, 27 de marzo de 2011

¿Qué querías?

¿Qué querías? ¡Ya está bien! ¡Déjame en paz! ¿Por qué me tienes que tratar así? Toda la vida hablando de tu madre y resulta que ahora eres como ella; una amargada, una mujer rabiosa y triste que no sabe que le pasa, todo frustración. Cuando murió tu padre me acuerdo de como llorabas y de como la maldecías, de como le echabas la culpa por haber destruido su vida. ¿Y ahora qué? ¿Qué estás haciendo conmigo? Al principio pensé que era de broma, hasta que me di cuenta de que era en serio, que cuando me gritabas, me estabas gritando de verdad y que todo tu veneno me lo estabas echando encima. Tu neurastenia se había vuelto patológica y cualquier cosa valía para discutir; que si la comida estaba sosa o que si habías tenido un mal día en el trabajo. Llegó un momento que no diferenciábamos si estábamos bien o mal, si estabas contenta o disgustada; siempre reñías. Por eso cuando se presentó la enfermedad no me extrañó, eras un cáncer en mi vida. Habías conseguido que el odio creciese fuerte dentro de mí. Cada mañana era un poco más grande, un poco más consistente y seguro de sí mismo. Con los años se fue apoderando de mí alma, anegando cualquier otra cosa que no fuese ese sentimiento puro. Empecé a pensar en como quitármelo de encima ya que no me dejaba vivir, no me dejaba pensar en otra cosa que no fuese en ti. Hasta que llegó el día, aquella mañana me dolían más que de costumbre los moratones de los puñetazos que me pegabas mientras dormía, así que fui a la cocina, abrí el gas y me senté en una silla delante de la cama mirando como dormías. Encendí un pitillo.

viernes, 25 de marzo de 2011

Di, ¿cuándo volverás?


‘Dis, quand reviendras tu?’ / Barbara.

Voilà combien de jours, voilà combien de nuits,
Voilà combien de temps que tu es reparti,
Tu m’as dit cette fois, c’est le dernier voyage,
Pour nos cœurs déchirés, c’est le dernier naufrage,
Au printemps, tu verras, je serai de retour,
Le printemps, c’est joli pour se parler d’amour,
Nous irons voir ensemble les jardins refleuris,
Et déambulerons dans les rues de Paris.

Cuántos días, cuántas noches
Cuánto tiempo ha pasado desde que te marchaste?
Me has dicho que éste será el último viaje,
Para nuestros desgarrados corazones éste será el último naufragio,
“En primavera, verás, estaré de vuelta
La primavera es hermosa para hablar de amor
Iremos juntos a ver los jardines florecidos
Y deambularemos por las calles de París”.

Dis, quand reviendras-tu,
Dis, au moins le sais-tu,
Que tout le temps qui passe,
Ne se rattrape guère,
Que tout le temps perdu,
Ne se rattrape plus.

Di, cuándo volverás?
Di, sabes al menos
Que el tiempo que pasa
Apenas se recupera?
Que el tiempo perdido
Ya no se recupera.

Le printemps s’est enfui depuis longtemps déjà,
Craquent les feuilles mortes, brûlent les feux de bois,
A voir Paris si beau dans cette fin d’automne,
Soudain je m’alanguis, je rêve, je frissonne,
Je tangue, je chavire, et comme la rengaine,
Je vais, je viens, je vire, je me tourne, je me traîne,
Ton image me hante, je te parle tout bas,
Et j’ai le mal d’amour, et j’ai le mal de toi

La primavera pasó hace ya mucho tiempo
Quebrando las hojas muertas, llenando los fuegos de madera
Al ver París tan bello en este final de otoño
Languidezco de repente, sueño, me estremezco
Cabeceo, me hundo y como una cantinela
Voy, vengo, me giro, doy vueltas, me arrastro
Tu imagen me obsesiona, te hablo muy bajo
Y tengo mal de amor, y tengo mal de ti.

Dis, quand reviendras-tu,
Dis, au moins le sais-tu,
Que tout le temps qui passe,
Ne se rattrape guère,
Que tout le temps perdu,
Ne se rattrape plus

Di, cuándo volverás?
Di, sabes al menos
Que el tiempo que pasa
Apenas se recupera?
Que el tiempo perdido
Ya no se recupera.

J’ai beau t’aimer encore, j’ai beau t’aimer toujours,
J’ai beau n’aimer que toi, j’ai beau t’aimer d’amour,
Si tu ne comprends pas qu’il te faut revenir,
Je ferai de nous deux mes plus beaux souvenirs,
Je reprendrai la route, le monde m’émerveille,
J’irai me réchauffer à un autre soleil,
Je ne suis pas de celles qui meurent de chagrin,
Je n’ai pas la vertu des femmes de marins.

Aunque todavía te ame, aunque te ame siempre
Aunque no ame a nadie más que a ti, aunque te ame de verdad
Si tú no comprendes que debes regresar
Haré de nosotros dos el más hermoso de mis recuerdos
Retomaré el camino, el mundo es maravilloso
Me calentaré al abrigo de otro sol
Yo no soy de las que se mueren de pena
No tengo la virtud de las mujeres de los marineros.

Dis, quand reviendras-tu,
Dis, au moins le sais-tu,
Que tout le temps qui passe,
Ne se rattrape guère,
Que tout le temps perdu,
Ne se rattrape plus…

Di, cuándo volverás?
Di, sabes al menos
Que el tiempo que pasa
Apenas se recupera?
Que el tiempo perdido
Ya no se recupera.

miércoles, 23 de marzo de 2011

El destino














Llegasteis al destino, el punto exacto del Polo Sur, era el día 17 de enero de 1912. Habíais partido de la madre patria hacía dos años. Fueron años de sufrimiento, de agotador trabajo y sacrificio, la última etapa del viaje comenzó el 24 de octubre de 1911, salisteis del campamento base y teníais que andar 2842 km de ida y vuelta pero no sirvió para llegar al destino, porque el destino no era ese, el destino no era esa tienda de campaña con la bandera noruega al viento. Todo aquel sacrificio no sirvió para nada, porque ya había llegado antes la expedición de Amudsen, esa era su tienda y su bandera, la gloria se esfumó entre el hiriente blanco polar. Vuestro destino no era ese; Wilson, Scott, Evans, Oates y Bowers, teniais reservado otro fín para unos días después. El 29 de marzo, a menos de 30º bajo cero, en el infierno de hielo, donde no hay nada, donde hasta la sangre grita de dolor, llegasteis tirando de los trineos, haciendo marchas de 23 km diarios, buscando el destino (manifiesto) y notabais como se os gangrenaban los pies, como se os caían cachos de la cara y como os volviais ciegos y locos. Pero erais el ejemplo, el carácter de la nación mas grande sobre la Tierra, los hijos del Imperio. La estupidez del comandante a nadie le era ajena pero nadie hizo nada porque el escalafón y la disciplina eran sagrados. Así encontrasteis vuestro destino; uno a uno moristeis en silencio sabiendo —porque erais héroes como los que os habían enseñado en la escuela, como Aquiles o como Héctor— que vuestro destino era la inmortalidad.

martes, 22 de marzo de 2011

NGC 6210























































































NGC 6210
Francisco Martín

NGC 6210 es una estrella gigante roja de la constelación de Hercules a punto de desaparecer entre violentas explosiones a 6500 años luz de la Tierra, este es el nombre que Francisco Martín ha puesto a su exposición en la Galeria Texu, un nombre que nos refiere a un mundo en descomposición presto a desvanecerse. Las figuras de sus dibujos a bolígrafo parecen ser los habitantes de esa estrella moribunda, seres degenerados y atormentados, mitad animales, mitad máquinas que nos recuerdan a las figuras creadas por el diseñador de Alien, el octavo pasajero, H.R. Giger, figuras oscuras y siniestras que en vez de estar llenas de vida estaban llenas de muerte y destrucción. Francisco dibuja seres que a pesar de su deformidad todavía desean vivir, sus cuerpos estan repujados por otros cuerpos, no sé si como amebas que volverían a crecer una vez amputados o como un conjunto de parásitos o simbiontes mejor, ya que parece que todos se benefician unos de otros; surgiendo criaturas bastardas y monstruosas llenas a su vez de otras criaturas no menos degeneradas. Cabellos de serpientes, cabezas de reptiles,caparazones de escarabajos, cuerpos de cefalópodo y garras de águila; entre huesos, dientes, plumas y espinas de pez; todo mezclado con futuristas artilugios mecánicos, ruedas de relojes, cordones, cables, ojos que se salen de las órbitas, ciudades dentro del cráneo, branquias de crustaceo, cadenas, cicatrices, gusanos, peces, colmillos, argollas hasta una ballena gris... Y todo pigmentado por minuciosas decoraciones, entre tatuajes y motivos étnicos o letras de un idioma imaginario; la pluma, en este caso el bolígrafo trabaja incansable no dejando más espacio vacio que el aire donde viven estos seres mitológicos. Es un trabajo casi de filigrana donde el ilustrador se luce haciendo que nos perdamos dentro de esos cuerpos atormentados.
La raspa de un pez convertida en submarino, besos furiosos entre dos cabezas que parecen salidas de un bestiario medieval... Solo hay pequeñas gotas en color, como si fuesen monstruos ya albinos por la falta de luz o por la falta de sangre, como si fuesen milenarios vampiros que en vez de piel tuviesen cuero o pergamino y que en vez de venas llenas de sangre tuviesen tubos rellenos de ácido; y que en vez de huesos; émbolos y bielas los hiciesen moverse.
Figuras entre el surrealismo evocador y decorativo de Dali y el realismo fantástico de Erns Fuchs, aunque en los cuadros visionario-psicodélicos de este domine el colorido sobre la línea. Le pregunté a un especialista en cómic, a Angux el de http://lacaravinieta.blogspot.com/ y http://autoresenobras.blogspot.com/ que le sugerían los dibujos y me respondió que a él le recordaban, salvando las distancias, a algunas ilustraciones de Enki Bilal. Los personajes de Francisco Martín podrían vagar entre las construcciones de Moebius o Jodorowsky para Dune, o por las misteriosas ciudades de Shaun Tan herederas de la Metrópolis de Fritz Lang, todo en blancos, grises y negros, como estas figuras furiosamente solitarias, aisladas, tal vez los últimos de su especie, de un universo presto desaparecer, tal vez metáfora de nuestras vidas de trabajo y soledad aunque estemos rodeados por la multitud del hormiguero.

Epílogo.
Está a punto de explotar el nucleo, ya todos lo sabemos, Kopff, Donati y Chiron intentan escapar subiendose a una nave proyectil, pero las emanaciones de gases y los temblores del suelo hacen imposible el despegue. Atras quedan MZ 23 y tantos amigos, y los habitantes de otras estaciones planetarias.
Ya que no es posible la huida, se refugían en los últimos días de su vida. Tal vez ahora tengan tiempo para decirse lo que nunca se dijeron, para amarse... antes de desvanecerse.

http://www.galeriatexu.com/PROGRAMA/exposiciones/2011_03-07/Fco_Martin/Fco_Martin.htm
http://frankanira.blogspot.com/

lunes, 21 de marzo de 2011

Se querían
















Vicente Aleixandre.- Se querían.

Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura,
labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?
Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.
Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.
Se querían de noche, cuando los perros hondos
laten bajo la tierra y los valles se estiran
como lomos arcaicos que se sienten repasados:
caricia, seda, mano, luna que llega y toca.
Se querían de amor entre la madrugada,
entre las duras piedras cerradas de la noche,
duras como los cuerpos helados por las horas,
duras como los besos de diente a diente solo.
Se querían de día, playa que va creciendo,
ondas que por los pies acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de la tierra y flotando...
Se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.
Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,
mar altísimo y joven, intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.
Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.
Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.

sábado, 19 de marzo de 2011

San Riopedre









El consejero de Educación del Principado de Asturias dimitio el 4 de agosto pasado, hacía menos de un mes que su jefe Tini Areces, trás la visita de Pepiño Blanco a Asturias, anunciase que no se presentaba a la reelección.
Ayer (esto está escrito hace un mes, esperando que baje la espuma) Riopedre entró en prisión, acompañado por su segunda, Maria Jesus Otero, del clan de los maestros de LLanes de donde salió el actual delegado del gobierno y expresidente del Principau riau riau, Antonio Trevin. La ex directora general de Planificación y Centros, "la de les perres" la llamaban las funcionarias, pasó de maestra de pueblo a segunda del maestro de pueblo que pasó a delegado del gobierno y tiro por que me toca, cuando Tini pasó de comunista a delegado de educación y de delegado de educación a alcalde de Gijón. El escalafón funciona, y como Riopedre se había ido del PC con Tini, por marxista leninista, (no hay nada peor que un advenedizo, Riopedre estuvo seis años de dominico) y desde lo de Perlora era el fiel escudero, junto con Iturrioz, del "Gran timonel" asturiano (ese es Villa, pero bueno es una licencia poética). Ya Franco había delegado la educación en la iglesia (a fin de cuentas fueron ellos los que lo pusieron ahí) y la moral y la ética, y el que todos fuesemos borregos y obedeciesemos a la orden de ar (ya habrá un mañana mejor y lo hacemos por el futuro de nuestros hijos). La exdirectora fue cesada por el dominico tres horas antes de dimitir él. Pertenecía al Instituto de Misioneros Seglares, o sea que era monja entre pecadores, vamos que hacia misiones entre nuestras almas descarriadas. Este ganao es el que nos gobierna, en su pueblo la conocian por "La Roldana", ¿porqué será?, ya se que son malos los de los pueblos.
La mujer del secretario general del P(S)(O)E de Gijón es empleada de una de las dos empresas que se beneficiaban de los contratos del Principado, del ayuntamiento de Gijón y del ayuntamiento de Oviedo, por ejemplo la Consejería de Educación, famosa por sus 67 asesores técnicos-docentes áulicos designados a dedo por el consejero, tuvo que cambiar de despachos tres veces en diez años.
En Oviedo esa misma empresa es la única proveedora durante los imperiales e interminables años de Gabino (será por perres, tira que libres). Que casualidad que la mujer del dueño de esa empresa, ahora en la cárcel, tenga cinco caballos en el centro hípico municipal de Oviedo (aunque esté en LLanera), El Asturcón y que Gabino de criar perros haya pasado a tener una yeguada de 190 cabezas de pura raza española.
La nausea, no es por ellos, es por nosotros, nunca tan bajo caímos. Todo quedó atado y bien atado.

jueves, 17 de marzo de 2011

Diario de Diane 7



Diario de Diane
Nos dirigimos a la sala del Matisse, pero por el camino, al pasar por la conocida como Escalera imperial, vemos el extraordinario retablo de Santa Marina atribuido a Juan Mayorga o Maestro de Palanquinos. X-C me pregunta, en plan inocente, que si sé quién es esa santa cuya vida se narra en el retablo. Nooooo. Oigo a mi voz interior que dice “ni se te ocurra arrancarte a hablar de ese retablo, acuérdate de que precisamente te obsesionaste hace un tiempo con él, hasta el punto de estudiarlo a fondo, tabla a tabla, siguiendo los estudios e investigaciones más recientes, como las presentadas en el Congreso de Dublín de 1998, por Sam Hodge, Marika Spring y Ray Marchant, en el que se estudian los dibujos subyacentes que se ven por infrarrojos y que demuestran que no es el Maestro de Palanquinos su autor, sino dos pintores distintos entre sí”.
Piensa, piensa, piensa, ya sabes, con los hombres, o sea, con el enemigo, cuanto más tonta y descerebrada más éxito, no hay cosa mejor con ellos que hacerse la fata. Y a mi desde lo de Zurbarán, con el enemigo me gustaría tener éxito antes de morir, porque X-C, realmente me encanta, con esa educación y esa inteligencia y esa voz profunda y susurrante y esos ojos que hoy me parecen verdes, es una pena que sea un asesino en serie… así que en vez de soltarle un rollo sobre el retablo, para salir del paso airosamente, pienso en otra santa y digo:












—Santa Catalina. ¡Error! En vez de seguir andando, X-C, me sonríe socarronamente, sabe que he “fallado” pero no se da por satisfecho y pregunta:
—¿Pero y de la vida de la santa que narra este retablo, tú que eres tan católica, no sabes nada? ¡¡¡¡Es una tortura!!!!, ¿para qué habré mentido?, estoy pillada y lo peor es que voy de católica así que no debería mentir ¡vaya lío!, porque, a ver, en cuanto a vidas Santa Catalina y Santa Margarita acaban decapitadas como todas las santas, pero en lo demás no coinciden para nada y basta mirar el retablo para saber que estamos ante la vida de Santa Margarita de Antioquia y no la de Santa Catalina. Una vida apasionante como la de todas las santas legendarias, ya haré un inciso para escribiros algo de Santa Catalina y su relación con la Universidad de Oviedo.
La vida de Santa Margarita o Marina que se desarrolla en las doce tablas del retablo es increíble: un hombre poderoso queda prendado de la belleza de la santa y así que exige de inmediato que ella renuncie a su fe y se case con ella, pero al ser rechazado, se venga encarcelándola y la somete a torturas para convencerla, (si es hoy el que va a la cárcel derechito es él, pero en los primeros años del cristianismo no había violencia de género y torturar a los cristianos era de lo más normal y legal) así que la santa pasó por varias flagelaciones, también le quemaron el cuerpo y la metieron luego en una tinaja de agua para aumentar su dolor, incluso tiene un enfrentamiento con el diablo en forma de dragón que le acecha en su celda… de todo sale ilesa, razón por la cual no queda más remedio que cortarle la cabeza, siguiendo una lógica narrativa lo normal sería que la cabeza milagrosamente se pegase sola otra vez, y que la santa muriese de vieja, pero eso ya sería pasarse. Todas estas vidas de santos las recoge Santiago de la Vorágine en el libro La leyenda dorada y aunque es el siglo XIII y por tanto con poco rigor histórico, el propio autor pretende no exagerar con los milagros de los santos...
No digo nada, que X-C creerá que soy una friki ¿quién lee en estos tiempos ese libro? Así que miro a X-C y le digo:
—No sé, creo que murió quemada en aceite. —Ahora se parte de risa, lo he empeorado, e insiste.
—¿Y ese dragón? —¡¡¡¡No puedo más!!!!, además de ser un asesino en serie se ve que previamente le gusta someter a sus víctimas a la tortura psicológica… no obstante como debo estar más colorada que un tomate, tiene compasión de mi y al fin vamos a la sala del Matisse.

¡Esto debe acabar ya!, así que nada más llegar, le digo de frente:
— Es la única sala sin cámara de seguridad, se podría tener un accidente cayendo por el hueco del fondo y no se enterarían hasta mucho tiempo después, que ya se sabe que por la crisis han reducido drásticamente el número de limpiadoras del museo:
—Él no se da por aludido, y se dirige al cuadro de Picasso de la serie Tauromaquia que está al lado del Matisse, me mira de reojo, y dice con su voz más inocente:
—Esta serie es de mis favoritas. —Y mira maliciosamente la versión picassiana del Minotauro y la doncella— ... Nooo, ya no puedo más, otra vez oigo el bum, bum, bum (y no es el arqueológico), así que terminamos la visita y salimos del museo.
Estoy feliz de seguir con vida, ¡¡¡animadísima!!!, así que nos dirigimos al restaurante bromeando y riendo todo el rato, en un momento dado, le pregunto a X-C que según el horóscopo chino qué animal es él y me contesta que sería tigre, porque nació en el año del tigre. ¡¡¡Tigre!!!! Estoy emocionada, tal vez sea una señal del destino: resulta que desde hace como un mes, nada más levantarme, me pongo a bailar con un video para desentumecer el cuerpo y de paso animarme y empezar bien el día, os lo pongo, para que os deis una idea… ahora fijaros lo que dice el estribillo “estoy loca con mi tigre, loca, loca, loca…” ¿Será el destino? Lo de loca está hecho, solo falta que finalmente X-C acabe siendo... ¡¡¡¡ Mi tigre!!!!...
Mientras, seguiré contando y ¡bailando!
*Nota de la dirección, o sea yo, X-C:
¡Hay que joderse! no va la tía y se pone a explicarme el retablo del Maestro de Palanquinos. ¡A mi!, que tuve que aguantar al catedrático de la facultad, que fue el que dató, catalogó y descubrió que el Maestro de Palanquinos era Juan Mayorga, todos los putos días del último año de carrera vacilando de lo listo que era y dándonos la brasa con la puta santa frígida o como se llame (si la hubiesen echado a los leones no hubiese pasado nada de esto). Y además confunde Santa Catalina, con Santa Margarita, la que utilizaron los santones católicos para aleccionar con la pureza de la virginidad y todas esas mierdas. Y además se pone a hablar de La leyenda dorada esa mamarrachada de un dominico (como Riopedre, el santo consejero encarcelado) que sirvió de base teórica e iconográfica de todos los cuentos de vieja que cuentan los curas para engañar al personal y seguir viviendo de la sopa boba. ¡Esto es un infierno! ¡A ver dónde me lleva a comer!

martes, 15 de marzo de 2011

Se ha ido

Se ha ido la noche,
se fue como un pájaro.
No quedaba nada entre las sábanas,
no había ninguna risa,
ninguna voz.
Como si se hubiese estropeado la vida,
solo un ruido de rayas,
solo silencio.

















foto Nan Goldin




sábado, 12 de marzo de 2011

Duermevela





















Duermevela, 2010-11
Jacobo de la Peña (Israel)

«Toda presentación, todo objeto, es un fenómeno, una exteriorización visible u objetivación de la voluntad. Ella es lo íntimo del ser, el núcleo de cada individuo e igualmente del todo. Se manifiesta en toda fuerza ciega natural y también en la conducta mediata del hombre. La diferencia que separa la fuerza ciega del proceder reflexivo proviene del distinto grado de manifestación, y no de la esencia de la voluntad que se manifiesta»
Schopenhauer

No duermo, ya no duermo, sólo veo las sombras deslizándose por las paredes de mi habitación, las siento, casi las toco...

Sombras de colores, reflejos de luz, llamas incandescentes, desparramadas sobre el papel. El fuego que sale del alma se expresa en poemas de luz. Oraciones de un hombre que vive el sueño de crear, de sacar rojos y negros, y blancos de lo más profundo del pensamiento para regalárnoslos, haciéndonos participes de su imaginación y de su trabajo que nos transporta a mundos donde las ideas se deslizan, vuelan, elevándonos de la realidad haciéndonos sentir el amor, la pasión, la incertidumbre de vivir y soñar.

Crea iconos de sangre, de vida y de muerte que nos hacen sentir el poder de la naturaleza, nos hacen relexionar sobre lo que somos, pedazos de agua y de carne, celulas que se desplazan por un mar infinito, con un futuro limítado por nuestro nimio espacio, el que habitan nuestras vidas.
Las sombras, se deslizan, surgen de debajo de nosotros, o somos nosotros mismos, los que ascendemos de las sombras intentando escapar. Tal vez las figuras sean ese ideal de belleza al que el hombre aspira, como creía Platón y al que corrigió Aristóteles exponiendo que no hay un único ideal de belleza sino tantos como hombres. Nuestra lucha para escapar de nuestro yo.

Veo a estas figuras de Israel, ahora ya convertidas en iconos —de la naturaleza, de la vida— como si fuesen muestras tomadas de nosotros mismos que observamos a través del ojo de un microscopio. Fluyen, se escapan, se elevan; unas son rojas, como nuestra sangre, el fluido que nos impulsa y nos mantiene en pie dandonos la pasión por vivir; otras son negras como la oscuridad, como esos pensamientos secretos que nos asaltan en la noche aterrándonos; otras son blancas, la luz que sale del día para iluminar nuestra desolación, la esperanza.
Son más que "poesía en movimiento", admiramos en estos cuadros a la vida, como se retuerce, como se mueve, y a veces intenta correr y a veces detenerse dentro de nosotros. El amor, la muerte, la soledad en pedacitos de carne, agua y sangre. Algo que no se detiene, y que no se detendrá nunca, ni aún cuando nosotros no estemos. Células como un segundo de nuestras vidas, ese espacio que perdemos cada vez que parpadeamos y nunca volverá. El fluir, el circulo, el río en el que nunca nos volveremos a sumergir.

Todas las palabras no son suficientes para explicar lo que sentí al entrar en la sala y ver los cuadros de Israel rodeándome, mi corazón se estremeció ante la belleza, estaba en medio de un circulo de movimiento constante, la vida. El dominio de la técnica le había permitido que las líneas, que el color, las aguadas, las sombras, que el movimiento detenido en un instante me dijesen cosas que nunca antes me habían dicho. Me lleva de la partícula al todo, sus figuras claramente son reales, auténticas; son reflejos de una idea, el pintor las ha limpiado despojándolas de lo anecdótico y lo irrelevante, reduciendo a la mínima expresión esas ideas, esos conceptos, esas imágenes, sin falsear la realidad, por eso nos llegan tan profundamente, porque las reconocemos, porque sabemos que es el latido de nuestro corazón lo que está pintando.

En el folleto de la exposición Jacobo de la Peña nos explica un poco sus ideas:
«Los trabajos que he realizado en el transcurso del año 2010 hasta el presente llevan el subtitulo de “duermevela”, un termino que define el espacio que hay entre el dormir y el velar, que a menudo utilizamos para definir esa especie de sueño ligero en el que recordamos vivamente algunas partes y otras no.
Es un término que puede servir para reflejar nuestro devenir cotidiano y también el fino equilibrio que hay entre las certezas y las dudas de todo lo que atañe al campo de la creatividad y el arte.

El resultado son una serie de pinturas sobre papel poliéster, la composición de las imágenes son de inspiración orgánica, encuentro en la natura los diseños más originales y un caudal inagotable de posibilidades expresivas.
Con esto intento sorprender a la mirada aunque resulte difícil en estos tiempos en que estamos saturados de imágenes y estímulos diversos, desconcertar el continuo cotidiano con representaciones en las que sentirme identificado y reconocido nuevamente.

James Joyce llamó al arte verdadero “proper art”, que está en contraste con lo que él cataloga como “arte pornográfico” y “arte político”.
Desde mi punto de vista su teoría explica un poco el valor que le damos al arte cuando nos encontramos con una de sus representaciones, es decir, con un trabajo cuyo lenguaje universal comunica algo básico acerca de nuestra naturaleza.
Joyce nos cuenta que “proper art” provoca en el individuo “ecstatic arrest”.
Para explicar esta idea habla de un concepto de Aristóteles: “integritas”, esto es ,el considerar un objeto aparte de todos los demás que existen, y su contemplación despierta en el espectador no solo el apreciamiento del ritmo en las formas del objeto, o pieza de arte, sino también el reconocimiento de ese ritmo como el ritmo interno del espectador, que es el ritmo de la naturaleza, esto provoca “ecstatic arrest”, que es el momento del recuerdo de nuestra naturaleza sustancial.»
http://www.galeriatexu.com/
http://aguatinta.wordpress.com/

jueves, 10 de marzo de 2011

Diario de Diane 6

Martes noche, tres botellas de sidra y no sé cuantas cervezas después, intento abrir la puerta del portal, mientras cierro los ojos para que no se me escapen las lágrimas. Subo en el ascensor y consigo entrar en casa, avanzo por el pasillo y me siento en la cama, inclino la cabeza entre las piernas y dejo que las lágrimas caigan en cascada sobre el parqué. Intento calmarme sujetando la cabeza con mis manos pero no puedo parar de llorar, no consigo controlarme, entre estertores, hipidos y sollozos logro levantarme y encender el ordenador. Voy a la cocina por una botella de vino y abro el blog intentando escribir algo, algo dulce, tierno, esperanzado, pero no se me ocurre nada; la vida es una mierda y no hay ninguna razón para vivirla. Comienzo un poema, una oración en la que invoco al odio como mi único amigo y mi única esperanza de salvación. Las teclas cada vez se van haciendo más borrosas según se va vaciando la botella. La noche avanza como siempre inpertérrita a mi dolor y mi cuerpo se va rindiendo poco a poco a la batalla que le infringe la locura.
Cuando despierto, aprieto firmemente los ojos para no ver el día, no quiero salir de la cama, ya no hay nada que ver, ni nada que me interese, la vida se ha acabado para mi, y no quiero más tiempo, sólo quiero que esta agonia acabe cuanto antes. Incontenibles las lágrimas vuelven a gritar inundando la cama del muerto. Son ya las diez, llevo despierto desde las seis de la mañana; la desesperación me arrebata pero tengo que levantarme he quedado a la una con Diane en el Museo. Me pongo de pie y salgo de la habitación como un zombi a hacerme un café. Me ducho y consigo afeitarme con un pulso que apenas es capaz de sujetar la cuchilla, sólo me corto un par de veces. Veo en el reflejo un hombre acabado con los ojos hinchados y rojos de llorar. Me visto sin acordarme de lo que tenía que poner y salgo a la calle mirando como las baldosas se suceden una tras otra en el sucio suelo de esta puta ciudad. La empinada calle se hace eterna, pero consigo llegar al museo a la hora prometida, busco el cuarto donde reposan los cuadros de Luis Fernández y al ir a cruzar el umbral la veo, está de pie con un vestido negro enfrente del cuadro de la calavera. No puede ser -me digo-, doy un paso atrás para mirarla mejor. Sí, es ella, está preciosa, gira la cabeza me ve y sonríe.


Diario de Diane
Ya estoy en el Bellas Artes, una hora antes de lo convenido, me ha entrado pánico y, para relajarme, he venido una hora antes. Primero he hecho una escala técnica en Verdú, que tienen turrón de Jijona y mazapán todo el año, no solo en navidad, y compro un turrón de ración y dos mazapanes que saboreo tranquilamente, si voy a morir hoy, por lo menos un último placer.
Bueno, al llegar a la sala está vacía, empiezo a oir unos golpes bum, bum, bum, serán los obreros de la obra colindante del museo arqueológico, que se lo están cargando, gracias a nuestros impuestos y a los desmanes del Ministerio de Incultura, pero no, el ruido sale de dentro, ¡¡¡es mi propio corazón que está desbocado!!! No sé qué hacer, he dejado en la entrada el bolso, la gabardina y el paraguas y me he quedado solo con lo esencial, para mantener las manos ocupadas: mi pluma de la suerte, con la que escribo siempre mis ideas más absurdas y la entrada al museo. Estoy en la sala de Luis Fernández y me acuerdo del día en que conocí a X-C, hago el tonto dibujando un poco en el reverso de la entrada, pero acabo en seguida y quedan 55 eternos minutos, así que… piensa, piensa, piensa. A ver, si son las últimas horas de tu vida, ¿por qué no te diviertes un poco? ¡claro! ¡ya lo tengo! jugaré a un juego que me encanta cuando vengo al museo y es imaginar a las personas que me cruzo vestidas como los protagonistas de los cuadros. Salgo de la sala vacía a ver si me topo con alguien. ¡Qué bien!, hay un grupo de turistas los visto de apóstoles en versión Greco.

Me empiezo a animar mucho pensando en que a X-C, que se preocupó tanto con el ¿qué me pongo? ¡¡¡lo pienso vestir de infante Carlos en versión Sofonisba de Anguisola!!!, lo veo claramente: le quedan muy bien el jubón y las calzas, está muy elegante, fantástico. Estoy deambulando y pasándolo genial cuando, me cruzo con Xabel, el de la Galería Texu y me lo imagino vestido de Carlos II, versión Carreño de Miranda, está perfecto, le queda muy bien el negro…

Va pasando el tiempo, ya quedan cinco minutos, llego a la sala del encuentro, me pongo a mirar el cuadro de Luis Fernández y noto unos pasos a mi espalda, no sé si volverme porque me entra la duda de si será o no será él, faltan tres minutos y me pega que X-C, con esa pinta de intelectual, sea un poco despistado y no sea puntual, pero sí, es él, sí, me saluda, ¡claro que es!, ¡qué nervios!
¿Empezará directamente a explicarme todo sobre Luis Fernández? ¡Para nada!, me cuenta una historia surrealista muy divertida en la que él va a ver a un artista al que le gustaba pintar calaveras “del natural” así que X-C, acabó hablando con ese pintor con una calavera auténtica en la mano, razón por la que, en mi imaginación, X-C inmediatamente deja de estar vestido de infante Carlos pasa a quedar vestido de Hamlet. Está muy guapo, de actor de teatro schakesperiano, pero ¡horror! me acabo de acordar de que en el blog tiene colgada una foto del cuadro de John Everett Millais, que a mi me encanta, el de Ofelia, y ya me imagino que voy a acabar muerta flotando en el río… porque la historia de calavera ¡¡¡igual es un aviso!!!... Huye, huye, aún estás a tiempo… oigo a mi voz sensata que dice “estás paranoica” ¡¡¡ si él no sabe ni siquiera que es Hamlet!!! Es verdad, ¡qué alivio!
El caso es que empezamos a ir por el museo sin parar en ningún cuadro y hablando muy bajito, en susurros, hago un inciso para decir que a mi me encanta hablar así con X-C, casi al oido, crea una sensación de complicidad tremenda, de compartir secretos, y tiene una voz muy bonita, con lo cual yo estoy bajando la guardia totalmente y cuando estoy más relajada, se para ¡al fin! delante de un Piñole: el retrato de la madre del artista, me explica un poco de esta obra y de repente me dice que Piñole pintó a su madre cuando esta “¡¡¡acababa de morir!!!” Nooooo. Ahora que su voz susurrante me tenía arrebatada, no lo puedo creer, es una pista más clara que el agua, así que busco una solución de emergencia. ¡Lo tengo! voy a abrazarme al guarda de seguridad y decirle que detenga a Hamlet inmediatamente, que ahí donde lo ve, vestido de príncipe de Dinamarca y con esa cara de no matar una mosca, me quiere matar y luego tirar al río (lo del río es para parecerme al cuadro de Evertt ,lo cual complica muchísimo las cosas porque tiene que llegar con mi cadáver al Piles que está en Gijón, pero ¡que se fastidie!, nadie le manda ir asesinando Ofelias en los museos de Oviedo). Oigo a mi voz interior que me riñe, “estás paranoica de atar, ¿no quedamos en qué no sabe que es Hamlet?”, “tú síguele” y obsérvale, ¿es o no es un asesino en serie?, parecer, no lo parece, disimula muy bien va andando y contándome cosas muy interesantes, de esas que no aparecen en los libros guías, pero claro, yo ya no escucho, porque estoy muy ocupada pensando un plan de escapatoria o alternativamente preparándome para morir.
foto X-C

Entonces, de repente, se para en otro cuadro, un cuadro maravilloso, "El Cristo de Zurbarán". Aprovecho para decir que en ese mismo momento me doy cuenta de que X-C no tendría ningún futuro como Catedrático de Universidad. Se nota a la legua que lo sabe absolutamente todo de ese cuadro, sin embargo, en vez de hablar “ex catedra”, en plan presuntuoso, va dando pinceladas, humildemente, esperando mi reacción (que no es otra que abrazarle porque estoy arrebatada y rendida con su explicación y no me importa ya morir, ni nada, porque confieso que he venido al Bellas Artes muchísimas veces, pero siempre sola y me está encantando la compañía) pero, claro, me contengo y reacciono serena y muy correctamente comentando con él el cuadro de Ribera, que está al lado del Zurbarán. En este punto de la historia estoy ya convencida de que X-C y yo, en lo que a arte se refiere, somos almas gemelas, lo cual es una fatalidad, si voy a ser su próxima víctima. Así que decido no alargar la agonía y pasar “la prueba de fuego”, que no es otra que llevarle a la única sala del museo en la que no hay cámaras de seguridad , con el cuento de ir a ver un Matisse, para que si me quiere matar, lo haga cuanto antes.

lunes, 7 de marzo de 2011

Diario de Diane. El gonderbrá



Al fin la cita. Estoy fatal, y todo por culpa de la manía de leer el dichoso blog, resulta que X-C está absolutamente obsesionado con las mujeres de pecho grande, leas la entrada que leas, da igual, explícita o implícitamente, no hay vuelta de hoja. Piensa, piensa, piensa. Nada, la única solución sería un gonderbrá, pero yo a ese invento nefasto le tengo declarada la guerra. Hago un inciso en el diario para contaros “mi guerra con el gonderbrá”. Para los que no sepan qué es, diré que se trata de un artilugio inventado por un premio Nobel en física nuclear, con la pretensión de sustituir a la tradicional faja enteriza (la cual fue retirada ya del mercado -por contravenir la Convención de Ginebra y la Declaración de Derechos Humanos- y por dejar tras de si unas cien mujeres muertas por asfixia, según informó, en su día, la agencia F). Me dirigí a la sección de lencería del Gato Inglés dispuesta a probar el invento. Para empezar, no logré descifrar las tallas, pues vienen en unos enigmáticos jeroglíficos: FR- 90, UK-130; USA- 62inch. La caja no ayudaba mucho: sólo aparecía una exuberante Eva Herzibustinosoytanbova sonriendo insultantemente desde su talla 1500 (conseguida gracias a Santa Silicona), para colmo, en la caja otro enigma, ponía: “copa A”. Mientras me preguntaba por qué podríamos ganar una copa si comprábamos el güonderbra, decidí preguntar a la dependienta. Pronto desistí de mi petición, pues la única dependienta disponible (las otras estaban fumando como descosidas en la calle Uría, por la idiota ley antitabaco) hacía como que estaba ocupadísima poniendo los nuevos precios a las prendas del año pasado que el Gato Inglés nos cobra a precio actual. Cogí la talla más pequeña guiándome por lo de “FR”, no porque me caigan muy simpáticas las francesas, sino porque comprendo que genéticamente estoy más cerca de las francesas que de las inglesas o americanas (de éstas últimas me separa un océano). Ya en los probadores, conseguí embutirme en el gonderbrá, después de media hora de intentos fallidos al abrochar el cierre. Sostengo que los diseñadores de sostenes son hombres, porque indefectiblemente, los sujetadores llevan tres cierres consistentes en corchetes metálicos, obligando a las mujeres a contorsionarnos afanosamente hasta lograr llegar a la mitad de la espalda y encima, una vez que llegamos, hay que enganchar cada corchete en su correspondiente lugar, lo cual es un triunfo. Tal vez sea por eso lo de la copa… Enseguida me di cuenta de que el solidarizarme con las francesas había sido un garrafal error. Morada y sin respiración logré salir del gonderbrá, el cual por la fuerza centrípeta salió volando por encima de los probadores yendo a caer en la cabeza de la dependienta. La dependienta, ni se inmutó, enfrascada como estaba en la ardua tarea de no atender a las clientas, y siguió a su bola tocada con el gonderbrá. Iba a decirle algo, cuando, de repente, fui arrollada por un tropel de veinteañeras que se abalanzaron sobre el expositor del gonderbrá y procedieron a ponerse cada una un sostén a modo de diadema en sus cabezas al grito de “¡qué fashión, es lo más!”, intentando imitar a la dependienta, pues ya se sabe que las dependientas del Gato Inglés se gastan la nómina en el idem y siempre van a la última.
foto X-C
Aprovechando el tumulto, me fui discretamente, prometiéndome a mí misma que nunca, bajo ningún concepto, compraría el güonderbra, ni la imitación que venden en el Fontán, el “bra-up”. Ahora me arrepiento. Pero es tarde. Me he puesto un vestido de punto negro, que disimula bastante y que para morir en directo está muy bien.

sábado, 5 de marzo de 2011

Diario de Diane 4

Le he dicho que sí, ¿y ahora qué?, esto es un infierno. ¿Qué me pongo yo mañana? Las rebajas ya se acabaron y hace tres meses que no plancho una camisa, porque no voy a ir en camiseta, claro, ni mucho menos en jersey para parecer un jubilado. ¡Vaya movida!, le pregunto y dice que ponga la chaqueta negra, que estaba entrañable, que mierda sera eso de entrañable, que me confunde con su abuelo o que ya está pensando en dejarme y decirme lo de "te tengo un cariño muy especial", cuando ni todavía nos conocemos, ¿a saber lo que piensa esta?, pero que va a pensar sino para de escribir, no le da tiempo a pensar, debe tener chinos escribiendo en el sótano de su casa porque sino no se entiende, yo aquí todo el puto día pensando para hacer una entrada de diez lineas y ella escribe dos folios en treinta segundos.
Si pongo la americana negra iré demasiado formal, muy serio, demasiado de vestir para la mañana, pero si pongo la marrón pareceré un profesor, más aburrido todavía y si pongo la de raya diplomática ni te cuento. ¿O será mejor que vaya en plan tirao y no me afeite ni nada y lleve una chupa y los pantalones rotos? ¿Y si llevo la parka verde?, esa de mod reciclado, pero entonces que pongo debajo, ¿una camisa o una camiseta? ¿Y ella como vendrá vestida? Porque claro, si viene en plan guay como voy a ir yo en vaqueros. Pero con lo loca que es lo mismo viene vestida de Annie Hall, con corbata y chaleco, entonces si que echaría a correr. ¿O vendrá como van ahora todas, con esas botas de montar y el pantalón de husar, que parece que nos invadió Napoleón otra vez? ¡La virgen!, si ella dice que estoy bien con la chaqueta negra pondré la chaqueta negra, pero... y si es mentira y sólo lo dice por halagarme, porque ya se sabe que las mujeres mienten con absoluta naturalidad. O sea, chaqueta negra, ¿y debajo?, no voy a poner la camiseta negra de costumbre, ni menos la roja de los partidos del Sporting. Mejor una camisa, pero es que con esta chaqueta no me pega ninguna. ¡Joder treinta camisas y no hay una que combine! ¿Y si pongo la chaqueta gris con la camisa estampada que me gusta tanto? No, que el gris se me pasa a la cara y parezco mas triste todavía. Voy a tener que poner una camisa blanca, pero eso es muy impersonal. Tengo que ir de compras no me queda otra, pero ya no hay tiempo, ¡esto es un infierno!, ¿Y pondré los vaqueros o los pantalones negros?, así pareceré un enterrador, pondré los vaqueros y por encima la parka verde. No, que no pega, tendré que poner la trenca gris, ¡pero por qué compro la ropa gris con lo mal que me queda! ¿Y los zapatos? ¿pondré los de cordones, o las botas negras Oxford? No, pondré las botas nuevas de bombero, para dar un toque masculino (¿que será eso?) pero a demás... a Diane lo que le gusta ¿no es el arte y la literatura? Sí, tengo que cambiar de gafas y poner las viejas de Armani de concha marrón. ¿o pondré las lentillas? No, que se me ven las ojeras. ¡Dios! ¿Iremos a comer o con lo del museo tendrá bastante y ya no querra saber nada más de mi? Como me ponga a soltarle el rollo cultureta estoy perdido, seguro que pone cara de boba extasiada y me dice lo inteligente que soy y ya no quiere venir a comer conmigo. No, lo mejor es que pase de los cuadros y le diga lo guapa que esta y utilice la táctica gallega de preguntarle que le parece este cuadro y este otro y el de más allá. Si, pero como pasemos por delante del Zurbarán yo no voy a poder callar (el caracter es el destino). ¡Mierda!, mejor no vamos al museo y quedamos ya en el restaurante. ¿Pero qué restaurante, qué tengo que elegirlo yo? A saber lo que le gusta a esta mujer, pero con la pinta que tiene, no creo que se conforme con una hamburguesa del cubano (Una con beicon y queso, chico) Paso, el restaurante lo tiene que elegir ella que es la que tuvo la idea, pero... y si es una encerrona. ¿Y si vamos a una sidreria? Ahí estoy como pez en la sidra, podría hablarle de la sidra, de manzanos, de lo mal que escancian los ecuatorianos, de la temperatura... Ya, pero es muy cutre y ella se ve que es toda una señora. ¿Y adonde me llevará?, y tendré que pagar yo, claro, como dios manda. No, porque entonces pensará que soy un machista, pero no va a pagar ella, porque entonces pensara que soy un jeta. ¡Puff!, tenemos que pagar a medias, ¿pero que lo voy a decir: pon tu parte, nena? Joder, vaya lío, es mejor dejarlo, le dire que me torcí un tobillo jugando al pádel, y tuve que ir al médico y no puedo verla. Cagón, que eres un cagón. ¡Cómo no vas a ir! Pero entonces, ¿qué me pongo?

Primera cita ¿qué me pongo?
29 de febrero
Ya está. Se lo he dicho. Bellas Artes. Ahora queda concretar la hora y si vamos a comer o no. Bueno, si él va a comer o no, porque yo, seguro que no salgo viva del Bellas Artes. Si saliese viva, iríamos a un restaurante italiano, muy acogedor y romántico, donde yo intentaría resumirle mi vida y milagros, todo muy atropelladamente, casi sin respirar, (hablo igual que escribo), razón por la que en esa comida no comería yo nada, que ya tengo mucha experiencia. No, no es que yo vaya por ahí habitualmente comiendo con bloggers, pero en todas las bodas familiares acabo siempre sentada con cualquiera de mis tías abuelas solteronas, a las que no veo desde la primera comunión y, antes del postre, les tengo que poner al día, porque quieren saberlo todo, (fundamentalmente mi vida sentimental que es la que más les interesa, por lo de los pecados que ellas nunca cometerán), razón por la que siempre me queda todo frío y no como nada de nada. A X-C, en esa comida también tendré que ponerle en antecedentes, para liberar mi conciencia, por los pecados que he cometido y por los que me encantaría cometer con él, lo cual va a ser como una terapia psiquiátrica, pero sin pagar. Bueno, pagará él, no la comida, que iremos a medias (la crisis acaba de empezar), sino la terapia psiquiátrica suya, que tendrá que hacer después, seguro, por mi causa. No, ¿qué digo? ¡si no llegaremos al postre! mucho antes, saldrá corriendo, para caer en brazos de cualquier seguidora que tendrá una vida mucho más normal que la mía. Porque ahora que sus seguidoras se han enterado por el blog que a X-C le persigue una mezcla de Audrey Hepburn y Madame Curié, están muy interesadas en rescatarle de mi misma. No me extraña, lo comprendo perfectamente. Aprovecho para decir que me encantaría verdaderamente ser vecina de X-C y ponerme a cantarle Moon River en el alféizar de mi ventana, todo el rato, sería un sueño, siempre quise cantarle esa canción a alguien y en esa foto sí que nos parecemos ella yo un montón, estamos igualitas.

Céntrate, céntrate, que la cita es mañana, ¡¡¡ y aún no sabes qué vas a ponerte para morir en directo en Youtube!!!. Ahora ya no soy Audrey, ahora soy Meryl Streep, frenética, desparramando el fondo de armario por la cama, probándoselo todo en aquella película… ¿cómo se llamaba?, ¡ah sí!, Sophie’s Choice. Mejor era ir disfrazada de Diane Keaton, pero no me apetece, para nada, morir en chaleco y corbata. Aún estoy dándole vueltas al “qué me pongo mañana” cuando X-C me aporta la solución: me manda un mail diciéndome que no sabe él tampoco qué ponerse, (claro, es que vestirse de asesino en serie tampoco es tan fácil).


Aprovecho la coyuntura para tirarle los tejos subliminalmente y le contesto con uno de mis pensamientos más profundos: “con la chaqueta de pana negra del primer día , estarás perfecto, entrañable, elegante sin ser petulante... pero ponte lo que quieras, relax, ya sabes que soy muy rara y paso bastante de fijarme la ropa de hombre y de todo eso que un hombre puede comprar en el Gato Inglés , en cambio, me fijo en cosas tales como en que la persona tenga personalidad y sentido del humor, por ejemplo, eso que no se vende en ninguna tienda. Claro, si el chico es de ojos misteriosos, no lleva barba de mil días, ni va sucio como un sin techo, no nos engañemos, mejor. Pero si vienes disfrazado de mendigo, aceptamos mendigo como animal de compañía, solo me avisas para ir yo también a lo Helena Boham-Carter, grunge total, y así en vez de al italiano, vamos a La Cocina Económica de las hermanas de San Vicente Paul, con los homeless, que nos queda al lado del Bellas Artes”. Ahhhhhh ahora me doy cuenta de que que después de noches en vela, (pensando en X-C), ya me parezco muchísimo más a Helena que a Audrey, así que dejo este diario para ir corriendo al Gato inglés a comprar un corrector de ojeras.



Debo estar ya fatal por la falta de sueño porque ahora, me pongo a soñar despierta y en mi ensoñación aparece X-C caracterizado de Johnny Deep, ( aprovecho para decir es que nunca entenderé cómo se puede matar uno a hacer películas y ser tan rico para luego ir vestido así por la vida … ), está muy bien X-C trasmutado en Johnny, realmente está genial, vale lo mismo para decuartizar a alguien en el museo que para jugar al Guitar Hero en la Wii. Le mando ya esta parte del diario, para que de aquí a mañana se vaya dejando bigote y perilla y para decirle que si no tiene pañuelo, tengo yo uno igual que el de la foto.


jueves, 3 de marzo de 2011

Diario de Diane 3

Y ahora dice que quiere verme, la tia. ¡Madre de dios! ¿y ahora que hago yo? ¿Para que querrá verme una mujer tan guapa (y además lista)? y me dice que en el Museo, bueno, por lo menos el sitio lo conozco bien, siempre llevo las chicas allí cuando quiero ligar, aunque... estoy pensando ¿no será por eso por lo que no ligo nunca? No, será mejor que le diga que no, que no puedo ir que tengo un funeral o algo así. ¿Y si resulta que es verdad que le gusta el arte y no es para vacilar de culta y sensible? Además, con la pinta pija que tiene, seguro que le han dado una buena educación y es capaz de distinguir los óleos de la acuarelas y no confundir un Picasso con un Dali. No se que hacer, tengo que pensar. Mejor haré como Escarlata y ya lo pensaré mañana, seguro que se me ocurre algo.











Primera cita ¿dónde?
29 de febrero

Noooooooo. Resulta que le dije a X-C que, una cosa era colgar lo de la exposición de nuestro tropiezo y otra todo lo demás, que era cierto que mis palabras eran suyas, escritas por y para él, pero que yo se lo decía en plan metafórico, en plan bolero de los Panchos, en plan, “ si tú me dices veeeeen… mis momentos más ocultos, también te los daré, mis secretos que son pocos, serán tuyos también”) ¡¡¡¡¡¡y lo mete en el blog!!!!!!, ya me lo habían dicho, de un blogger no te puedes fiar, todo, todo lo que les cuentes, van y lo cuelgan.

Oigo a mi voz interior que dice “busca, busca, recuerda ¿dónde apuntaste el número de Don Vito Corleone? ¡¡¡¡eso te pasa por ser una “fusión” ( por emplear un término in) entre Diane Keaton y Lina Morgan!!!! No aprendes hija, te he dicho mil veces que no hables con desconocidos, y menos si tienen un blog!!!! Paso de mi voz interior y me consuelo pensando que total, nadie va a leer esa entrada. Y paso de imaginar venganzas, no porque me haya vuelto buena, sino porque sencillamente no encuentro el número de Vito ni de Michael y tengo prisa en concentrarme en lo importante, lo del Bellas Artes, que no está resuelto. Porque tenemos que quedar dentro, en un sitio concreto, preventivamente. Es por lo de estar sentada cuando me empiece a angustiar, por Dios, es él, que viene, huye, huye y esas cosas. Veamos, no es fácil. Descartamos toda la pintura religiosa no sólo porque él es anticlerical militante sino esencialmente por agravio comparativo: es que veo todas esas Magdalenas penitentes, esas santas Catalinas, guapísimas, rotundas, melena al viento, voluptuosas a más no poder con sus túnicas transparentes… junto a mi, que perfectamente me podría apodar Gioconda, por lo de ser tan mona y tan lisa, sé que empezaría a agobiarme, seguro. Descartamos pintura religiosa. Por lo mismo, descartamos pintura mitológica, porque las Dafnes y las Dianas son aún peores, esas van a pecho descubierto perseguidas por eros, faunos y demás perseguidores, sin ningún problema. Hay que buscar algo en el siglo XIX. Damas recatadas con sus trajes de polisón y bastante feas. O mejor, ¡vamos al siglo XX!, a las vanguardias, ¡quedemos delante del cuadro de Picasso “Mosquetero con espada y amorcillo”!

Bueno, tampoco hay que pasarse, recuerda que además está al lado del de Dalí “Metamorfosis de ángeles en mariposa” y Gala tiene un cuerpo perfecto. No, a ver, busquemos algo neutral y dramático, ¡quedemos en la sala de abajo, delante del cuadro de José Uría “Después de una huelga”!, es tristísimo, él soltaría una de sus parrafadas eruditas, que para eso se mató estudiando Historia del arte y yo podría poner mi grano de arena, mencionando el detalle de que casi imperceptible a través de la puerta del fondo del cuadro se vislumbra la Guardia Civil a caballo y explicando que la actitud de la Guardia Civil no ha cambiado nada de nada. ¡¡¡¡Me tienen harta!!!!: cada poco me paran y me piden el carnet de conducir y no lo tengo, no tengo tampoco ni el DNI ni nada, (porque suelo salir a toda pastilla siempre azotada y olvido el bolso en casa) y siempre acabamos discutiendo la Guardia Civil y yo, porque me declaro sin papeles y exijo que de inmediato me detengan y que me deporten a mi país de origen, que no es otro que Guinea Ecuatorial, porque hago un inciso para decir que en este punto de mi azarosa vida lo que me encantaría es escapar de todo y empezar una nueva vida en África, pero no tengo dinero para el billete ni excusa, ni nada, así que conseguir el sueño de mi vida gracias a la Guardia Civil, sería perfecto. Si fueran buena gente tras mis súplicas implorantes pidiendo que me detengan y me deporten, accederían, pero, no, me ponen la consabida multa y se quedan tan frescos.

Oigo mi voz interior que me dice, céntrate, hija, estabas en el Bellas Artes, no en la carretera. ¡Ay sí!, la huelga de Uría, perfecto, porque ese cuadro además está rodeado de otros que narran desgracias desgarradoras, como el de ese padre con el hijo muerto en brazos o esa madre que llora por el bebé muerto. Entonces tendrá mucho que decir, a él le encantan las historias de muertos. ¡¡¡¡Muertos!!!!! Piensa, piensa, piensa. En el sótano, sin salida. ¿ Y cómo escapas en caso de deseos irrefrenables de echar a correr? Acuérdate de que X-C lleva a un asesino en serie dentro de si mismo, dispuesto a matar en cualquier momento. No, no, me lo estoy imaginando, tengo datos, en el apartado música tiene a Bruce, conclusión: tiene Wii donde pasa horas con el Guitar Hero, por lo mismo también tiene Assasins con el que pasa horas matando gente, despertando y regodeándose en sus instintos más básicos, el nexo causal está clarísimo ¿no?.

Piensa ¡¡¡ya está!!!, siglo XX, Luis Fernández, en uno de los pisos de arriba, doble salida. Pintor extraño, tétrico, con sus calaveras y sus rosas, que simbolizan la muerte y lo pasajero de la belleza, sus grises y sus negros. Postcubista. Es perfecto, que el enemigo se distraiga, se sienta en su salsa, se relaje, se olvide de que venía a un duelo de espadas (definitivamente nos quedamos con Alberti) y saque al crítico de arte que lleva dentro...

martes, 1 de marzo de 2011

Diario de Diane 2

Desde el encuentro, ¿o fue tropiezo? con esa mujer en la galería, ya no puedo vivir en paz, tengo el correo atascado con sus mensajes contándome sus ideas locas y todo lo que le sucede en el trabajo y todo lo que le pasa por la cabeza, parece que tuviese incontinencia digital, todo el día dándole a la tecla. Ya no tengo tiempo ni para mirar las noticias del Sporting en el ordenador. Menos mal que no le di el número de teléfono, pero da igual seguro que lo localiza rápido con lo espabilada que es. ¡Joder!, si parece un cruce entre la listilla de Katherine Hepburn y la madame Curie esa de los cojones, la que envenenó al marido para quedarse ella sola con el dinero del Nobel.
Y hoy me vuelve a mandar otra carta:













27 de febrero
Bueno, aún conmocionada por el encuentro fatídico en Texu y no contenta con haber sobrevivido al infarto, hago acopio de fuerzas y le propongo quedar. Su contestación: “Donde quieras el día que quieras”, (traducción: elige: pistola o espada), porque esta cita es un duelo, claramente. Voy a morir, seguro. El señor, triste de vocación, exige inmediata satisfacción por haberle hecho reir un poco.
¿Dónde, cuándo, con qué armas?.

A ver, me doy una vueltecita por ese blog suyo a fin de sacar alguna pista. (Esto del blog es de lo más útil, te ahorras un montón de tiempo, sin tener que pasar por el calvario de citas y más citas resulta que ya sabes qué tipo de películas le gustan, su música favorita, qué libros lee, lo que odia, lo que ama… seguro que empezó a escribirlo para ligar. Con gran éxito además. Ya tiene atrapadas a un montón de seguidoras, que van en aumento, además, todas guapas y de muy buena pinta).
Libros: estoy desconcertada, pero ¡si es misógino perdido!, ¡¡¡¡tiene a “Las flores del mal” de Baudelaire como libro de cabecera!!!!, la tesis fundamental del libro es: la mujer es el mismo demonio que “toma, a veces, pues sabe de mi amor por el Arte, de la más seductora mujer las apariencias y acudiendo a especiosos pretextos de adulón, mis labios acostumbra a filtros depravados”... Ya suena mi voz interior que me dice, bueno ese libro a ti también te encanta, confiesa. Sí, vale, admite mi voz exterior, pero por otros motivos (es que estoy convencida de que Charles lo escribió para mi, me encuentro siempre que voy a él, reflejada, reconfortada), por ejemplo, abro al azar y ¿qué leo? esos versos del poema “el cielo encapotado”… “se diría tu mirar por un vapor cubierto; tu pupila misteriosa (¿es azul, gris o verde?) Alternativamente tierna, soñadora, cruel. Refleja la indolencia y la palidez del cielo”, es la traducción de mis pensamientos sobre X-C, ¡¡¡que bien expresado!!!, Charles Baudelaire, eres mi héroe, le describes perfectamente: pupilas misteriosas y tierno, soñador y cruel. (N.B fijarse el próximo día de qué color tiene finalmente los ojos).

CRUEL, El chico es cruel a decir basta. Cruel con las mujeres, las instituciones, las tradiciones… un paseito por las entradas bajo el tag “Odio” o “Vida” y échate a temblar, Norman Bates era una hermanita de la caridad. No para de llorar ausencias, escribir poemas de pérdida, nostalgia y abandono y odio en particular a causa de una mujer que le dejó más pisado que una alfombra y odio al resto de nosotras en general, vamos, que claramente aún sangra por la herida y quiere vendetta y yo voy a ser su próxima víctima, encima encantada, oye, porque X-C es el demonio, el mundo y la carne todo junto, (yo con el demonio, el mundo y la carne por separado, puedo luchar perfectamente, pero todo junto…)
Sigo leyendo, una entrada cualquiera, una espiral de amargura donde se llega a la conclusión de que él es un zombie, un muerto viviente, a causa nuestra, de aquella mujer y del resto y eso que la entrada se llama fun, fun. Sigo, hay otra entrada, “En la gasolinera” , no doy crédito, pone los pelos de punta, incluso a mi , que ya no me asusto de nada. Me siento mal espiando lo que escribió, bueno, dice mi voz interior, nadie le manda contar sus cosas en Internet, pero aún así… mejor no sigo leyendo, en realidad, no quiero saber nada más de su presunta vida truculenta y escabrosa.

TIERNO, SOÑADOR. Vayamos a la música… esto mejora, después de lo de "Una furtiva lágrima" o de lo de Bonnie Prince Billy, "Love comes to me", ya estoy empezando a bajar la guardia y casi al borde de las lágrimas ¡qué tierno! (ya está mi voz interior diciendo, error, con el enemigo jamás bajes la guardia), pero ¿qué veo?, ¡¡¡¡tenemos a Jacques Brell!!!!, estoy rendida, ya no puedo seguir, porque hago un inciso para decir que en mi vida hay un antes y un después de "Ne me quitte pas" [1], el caso es que esa canción me parece super romántica (aquí mi voz interior empieza a cantar Tout peut s'oublier, Oublier le temps, Des malentendus, Et le temps perdu) entonces mi voz verdadera dice, sí hija tiempo perdido, lo de X-C, hay que terminar con esto cuanto antes…. Mi voz exterior dice, ¿cómo acabar?, si esto está solo empezando. Piensa, piensa, piensa en el lugar de la cita, no te enrolles más. Pienso, pero no se me ocurre nada.

Cojo el libro de Elías Canetti, a ver si encuentro alguna clave oculta, porque en lo de Canetti hay gato encerrado, seguro, a ver, leo: “para tener confianza en una ciudad extraña se necesita un espacio cerrado sobre el que tener un cierto derecho y donde se pueda estar solo….”, justo ¡lo tengo!, un espacio cerrado, descartamos calles y parques, cafeterías y similares ¿qué nos queda?, un museo o una galería. Por lo que pueda pasar, teniendo en cuenta que los de cara de bueno son los peores y que en las galerías no hay cámaras de seguridad, elegimos el museo. El de Bellas Artes. Tiene sobre los otros museos una ventaja esencial: a él le encanta el arte, así que no sospechará que la elección es porque tiene mil cámaras de seguridad, (al menos si voy a morir, que quede video, porque seguro que lo cuelgan luego en YouTube y qué ilusión, mira, me hago famosa, bueno, da igual, me hago famosa aunque sea tarde mal y nunca), además… y esto es esencial… tiene dos salidas para el supuesto de arrepentimiento de última hora, no quiero que pase como en lo del Texu. Así que le diré que la cita es en el Bellas Artes. Ya está.

LAS ARMAS: espadas. Espadas como labios, a lo de Alberti, ¿o eran labios como espadas? ¡un duelo dialéctico!, ¿o no eran esos labios?, ya sabemos que Alberti era algo guarrete. ¡Hay! no sé, igual es mejor pistolas, pero pistolas… también es un lío. Mejor dejo el diario por hoy. Estoy fatal. Claro que tengo disculpa, es que soñé con X-C. Se me apareció en sueños pero no vestido con su característica parka caqui, no, sino con una túnica caftán y con barba porque venía hacia mi cantando la canción de Demis Roussos aquella de triki, triki, triki, me desperté sobresaltada, me volví a dormir, volvió a aparecérseme, esta vez era Freddie Mercury, X-C, ¡¡¡en camiseta y mallas!!! pasaba la aspiradora y cantaba desaforado I want to break free… ya no dormí más. Estoy fatal. Termino por hoy.

1] Estaba yo en París, de viaje de estudios , eran como las dos de la mañana y caminábamos a orillas del Sena , íbamos un grupo andando de Notre Dame a la Universidad de la Sorbona, de repente un compañero de clase con el que yo apenas había cruzado un par de frases, se queda algo rezagado conmigo (que iba rezagada a causa de unas ampollas en las sandalias que me estaban matando), me mira fijamente y se me pone a cantar con una voz profunda y desgarradora, Ne me quitte pas…Il faut oublier…Tout peut s'oublier…Qui s'enfuit déjà…Oublier le temps, etc, etc. Lo siguiente que recuerdo es un bolsazo en la cabeza de la presunta novia del imitador de Jacques Brell y lo siguiente es verme cayendo al Sena, pensando que era una bonita forma de morir… pero no sé como me sujetaron y aquí sigo.