miércoles, 30 de septiembre de 2009

Ítaca














Cuando el viaje emprendas hacia Ítaca,
vota porque sea larga la jornada,
colmada de aventuras y experiencias.
No deben asustarte, Lestrigones
ni Cíclopes ni airado Poseidón,
que nunca te saldrán en el camino,
si piensas alto, si unas emociones
escogidas te afectan alma y cuerpo.
No los encontrarás, ni a Lestrigones
ni a Cíclopes ni al fiero Poseidón,
si no los llevas tú dentro del alma,
si tú alma no los hace erguirse enfrente.

Vota porque sea larga la jornada.
Que abunden, las mañanas de verano
cuando (¡con qué delicia, qué alegría!)
entrarás en un puerto nunca visto;
detente donde venden los fenicios
y comprales las bellas mercancías,
nácares y corales, ámbar y ébano,
toda clase de esencias voluptuosas,
perfumes voluptuosos, sobre todo;
llega hasta Egipto, a ver ciudades, muchas,
y aprende, aprende de los sabios, siempre.

Ten a Ítaca fija ante la muerte.
Llegar allí es tu vocación. No debes,
sin embargo, forzar la travesía.
Mejor que se prolongue muchos años;
que arribes a tu isla siendo viejo,
rico con lo ganado en el camino,
sin esperar a enriquecerte en Ítaca.

Ítaca te dio ya la travesía.
Sin ella, no hubieras emprendido
la jornada; y no puede darte más.

Y si la encuentras pobre, no hay engaño.
Te hiciste sabio y experimentado:
ya entiendes el sentido de las Ítacas.


C.V. CAVAFIS (1911)
(Versión española de Juan Ferraté)

lunes, 28 de septiembre de 2009

Corín




Me gustaba tu nombre Corín, pensaba que era francés y me traía aromas románticos y elegantes, no imaginaba que viniese de Socorrín, de la María del Socorro del Franco. Mi abuelo tenía un kiosco en aquel barrio de Gijón, donde tú vivías, y a veces me quedaba yo solo a despachar, entonces aprovechaba para leer los comics de superhéroes de la Marvel. De vez en cuando entraba alguien a cambiar una novela del oeste o una de las tuyas, de amor. Les ponían una marca, las iniciales o un signo para no volver a leer la misma, porque como eran todas iguales, no se daban cuenta de cual estaban leyendo hasta que llegaban a la mitad. Era una de las pocas diversiones permitidas en aquella España de roña y procesiones.

Nunca había leído una historia de las tuyas, así que el día que moriste rebusqué en la casa de mi madre hasta encontrar una de tus obras, está en mi mesita de noche desde entonces, porque siempre se va quedando debajo de otros libros, ya que no conseguía pasar de la segunda página. Hasta que hace unos días me decidí y leí setenta páginas de un tirón, pero no entendí nada, no se lo que quería decir la escritora, tal vez aquellas señoras podían comprender tu lectura, pero yo carezco de los arcanos necesarios para alcanzar su comprensión. La historieta se titula Bendita tú, está publicada en el año 1966, y empieza así:
«—Es magnifico —rió Alice—. Tiene un no sé qué.
Bárbara pensó que todos tienen un no se qué. Al final, cuando la personalidad deja de ser un misterio, el ser se convierte en una vulgaridad.»
Es la historia de una enfermera que se enamora de un paciente, un joven y apuesto drogadicto hijo de un millonario, mientras, ella es pretendida por el medico de planta, hijo del director del hospital. No tiene ni pies ni cabeza, los adjetivos se suceden de dos en dos a cada palabra y parece como que se hubiesen caído de un diccionario encima de la maquina de escribir, da igual que tengan significado, o que vengan a cuento; hay una necesidad imperiosa de rellenar páginas, así que sinónimos, epítetos y guiones aparecen por todos lados, completando las ciento y pocas paginas que componen cada novelita.
Cuando Vargas Llosa fue a Gijón a entrevistar a Corín Tellado y hacerle un ditirambo (por su trabajo en la extensión de la cultura (?) entre todas las capas sociales) para el diario El País, estuvo muy bien, pero ni tan siquiera tuvo la delicadeza de intentar leer una de sus novelas, podía haberlo hecho en el avión mientras viajaba a Asturias, pero no entiendo a cuento de que vienen esos elogios, cuando luego desprecia la obra que no le merece un segundo de su tiempo.
Lo único real es la perdida de tiempo de las que leyeron tus libritos absurdos, correa de transmisión de la ideología nacional católica del putrefacto régimen franquista, con un machismo ad nauseam, creado por los censores, curas y militares, y metido a machamartillo en las mujeres españolas, que estaban "para servir a Dios y a usted".
Más de 4.000 novelas y más de 400 millones de ejemplares vendidos, la UNESCO la reconoció como la autora viva mas leída en lengua castellana (así estamos), y el gobierno asturiano destaca su modernidad, diciendo su presidente que era "una mujer muy adelantada a su época", el adelantado era él, que se fue del PCE diciendo que lo hacía porque la cúpula dirigente (Carrillo) había renunciado al marxismo-leninismo, y los ideales comunistas, para pasarse luego al PSOE que había abandonado el marxismo pero lo puso de alcalde, eso si que es ser un adelantado, o un espabilado mejor dicho.

"La cultura no deriva de la lectura de libros, sino de la lectura exhaustiva e intensa de buenos libros".- Aldoux Huxley

jueves, 24 de septiembre de 2009

Aunque no sea conmigo



Ahora el tiempo se ha ido, y ya no hay espacio, las emociones han sido esparcidas por el viento y su lugar ha sido ocupado por un sentimiento nuevo, el odio, limpio y frío, como un amanecer en el desierto de piedra, donde los amantes aúllan subiendo y bajando montañas, sumergiéndose en ríos de arena en busca de lo que ya no existe, utilizando como cedazo su corazón roto y como pala su lengua rajada de tanto blasfemar.

martes, 22 de septiembre de 2009

La carta

Ayer cuando llegué estaba demasiado mal para escribir e incluso para pensar, lo único que deseaba era dormir y soñar contigo y por suerte lo conseguí. Quiero decirte que te quiero, que no se porqué, ni hasta donde, ni se si estás antes o después que los demás. Lo que si es verdad, es que ahora no me importaría irte a buscar de nuevo aunque fuera al infierno. Ahora, desde el viernes, es como si mi cabeza estuviera sufriendo una especie de temblor que lo hizo caer todo abajo. Antes era una fototeca con todo muy ordenado, con un sistema de prioridades clarísimo, y llena de imágenes de Jorge. Y ahora está todo por el suelo y hay muchas fotos mas. Son casi demasiado nuevas y en todas estás tú. Se que tengo que volver a ordenarlo todo y que nadie me puede ayudar a poner las cosas en su sitio. Ni siquiera tú, tengo que ser yo la que decida si tengo que mentir y comportarme como si tuviese un amante o si debo decir la verdad tan simple como es. Decir, le quiero, pero también te quiero a ti y los dos juntos sois una maravilla. Se que si le digo eso le perderé y no quiero perderle, se que si sigo mintiendo me perderé yo, pero da igual porque también me perdería si renunciara a ti. Es horrible, pero es muy hermoso y todo merece la pena cuando te miro y me estás mirando y cuando nos apretamos las manos. Y lo peor es que no se como llegar a ti porque yo misma estoy muy lejos del exterior y muy lejos de mi propia piel.
Antes todo estaba muy claro. No había nubes y yo sabía perfectamente lo que me esperaba cada día. Era capaz de mirar a la cara porque sabia que si él me respondía con sus ojos no encontraría en los míos nada que no fuera completamente suyo. Ahora cuando me mira tengo que bajar la vista y quedarme con la opción de mentir.
Es como si de repente y con tu aparición, todo lo que yo sabía que tenía que corregir en mi vida, corriera más deprisa porque hay alguien que necesita sacar a flote lo mejor de mí. Si. Quizás yo pueda hacerte daño, pero si lo hago no pienses que fue queriendo porque eso seria imposible. Piensa que para aprender a dar tengo que empezar a rebuscar en lo más profundo de mí, y que cuando lo haga, saldrá de todo: bueno y malo. Si tú tienes las manos abiertas y esperas quizás tengas que recibir algún golpe y con ello vamos a sufrir los dos porque yo no soportaría por nada, por nada, hacerte daño...

martes, 15 de septiembre de 2009

El mañana me pertenece


«No he venido a traer la paz sino la espada» (Mateo 10,34-11,1)

Los camiones que nos llevaron al frente fueron los mismos que antes habíamos llenado nosotros de comunistas y de judíos, marchamos contentos a ocupar Francia, todos estaban encantados (hasta el Mariscal Pétain) nuestra mujeres nos despedían como héroes mientras nosotros soñábamos en conquistar a las chicas francesas, esta guerra prometía… Ahora estoy en el frente ruso y me acaban de degollar en esta vieja fábrica abandonada, pero ni tan siquiera la sangre que sale de mi garganta esta caliente, estoy mas frío que los cadáveres que apilé en Serbia o en el Gueto de Varsovia, antes de venir a esta mierda de Stalingrado, tampoco estaban calientes los cuerpos de las mujeres que me follé, al principio con las francesas fue divertido, pero luego el ganado era cada vez peor, ya estaban escogidas y solo quedaban niñas y viejas, y aquella basura de judías y gitanas que subíamos a los trenes.
Hicimos grande a Alemania, somos soldados y teníamos que cumplir órdenes, siempre lo habíamos hecho bien. Cuando me alisté en las Juventudes Hitlerianas era muy feliz, estaba hermoso con aquel uniforme, con los correajes brillantes y la gorra calada. Me encantaba desfilar por las avenidas de Munich y oír al Fürer por la radio —que gran hombre, como es posible que lo hayan engañado esos inútiles que lo rodean— Éramos los amos del mundo, paseamos por Paris y arrasamos Polonia en un día. ¿Patria, en qué te hemos fallado? Y ahora muero aquí con estos rusos miserables saltando sobre mí, se multiplican como ratas en un basurero. Malditos comunistas.

«Doquiera que luchemos, cada uno de nosotros tiene que saber que matar a un hombre, no tiene más importancia que aplastar una pulga» .- Heimrich Himmler

jueves, 10 de septiembre de 2009

El guardián entre el centeno


















«Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilandolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan en él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno.»

«—Francamente, no se que decirte, Holden.
—Lo sé. Es muy dificil hablar conmigo. me doy cuenta.
—Me da la sensación de que avanzas hacia un fin terrible. Pero sinceramente, no sé qué clase de... ¿Me escuchas?
—Sí.
Se le notaba que estaba tratando de concentrarse.
—Puede que a los treinta años te encuentres un día sentado en un bar odiando a todos los que entran y tengan el aspecto de haber jugado al fútbol en la universidad. O puede que acabes de oficinista tirándole grapas a la secretaria más cercana. No lo sé. Pero entiendes adónde voy a parar, ¿verdad?
—Esta caída que te anuncio es de un tipo muy especial, terrible. Es de aquellas en que al que cae no se le permite llegar nunca al fondo. Sigue cayendo y cayendo indefinidamente. Es la clase de caída que acecha a los hombres que en algún momento de su vida han buscado en su entorno algo que éste no podía proporcionarles, o al menos así lo creyeron ellos. En todo caso dejaron de buscar. De hecho, abandonaron la búsqueda antes de iniciarla siquiera.»

lunes, 7 de septiembre de 2009

Peter Pan (Loisel)





















«Y por fin, en un imperceptible y elíptico crepúsculo, el sol descendió, y de un blanco ardiente pasó a un rojo desvanecido, sin rayos y sin luz, dispuesto a desaparecer súbitamente, herido de muerte por el contacto con aquellas tinieblas que cubrían a una multitud de hombres»
«El sol se puso. La oscuridad descendió sobre las aguas y comenzaron a aparecer luces a lo largo de la orilla. El faro de Chapman, una construcción erguida sobre un trípode en una planicie fangosa, brillaba con intensidad. Las luces de los barcos se movían en el río, una gran vibración luminosa ascendía y descendía. Hacia el oeste, el lugar que ocupaba la ciudad monstruosa se marcaba de un modo siniestro en el cielo, una tiniebla que parecía brillar bajo el sol, un resplandor cárdeno bajo las estrellas.
—Y también éste —dijo de pronto Marlow— ha sido uno de los lugares oscuros de la tierra.»
El corazón de las tinieblas.- Joseph Conrad, 1902


Regis Loisel es el creador de esta maravilla del noveno arte, más de quince años de trabajo, plasmados en seis álbumes, que reflejan un sueño pasado a papel y tinta, partiendo de la obra de J.M. Barrie de 1904, y rindiendo pleitesía al Peter Pan de la Disney.
Loisel reinventa el mito, nos explica su nacimiento y destrucción (y su salvación imposible); y como era su patria, la capital del Imperio de la reina Victoria, el espejo donde el Universo debía mirarse, la cúspide de la civilización —como luego lo fue, intentando imitarla, la Alemania nazi— el Londres de Jack el Destripador, donde la revolución industrial y el imperialismo habían creado un monstruo, donde a ningún padre le importaba que violasen a su hija siempre que tuviese acciones en la "royal act". En los muelles, las madres sólo querían un poco de ginebra y que el cerdo que las follaba por unos peniques no les hiciese mucho daño. Los bebes eran abandonados en los callejones y su única esperanza era que los orfanatos católicos los acogiesen para dar gusto a los páter.

Estamos en el infierno y ahí los niños son destruidos, les dan la vuelta por dentro y los pocos que sobreviven son empleados para acabar con el mundo entero, obedeciendo ordenes (de ahí viene la admiración de un cabo austriaco por su disciplina (la inglesa), igual que Lenin copio la Revolución Francesa, Hitler soñaba con el Imperio Británico y el estúpido orgullo de sus súbditos.
En Desde el infierno (From Hell, 1988-1999) Alan Moore, en una obra enciclopédica (o ciclópea) de más de 500 páginas describe los asesinatos de las prostitutas en los muelles (en 1888) por el medico de la reina para salvar el honor de la corona (que más da matar negros, o indios que villanos o putas). Los dibujos de la historia de Moore son fríos, un mar de tintas oscuras en blanco y negro, pero Doisel utiliza la cámara de Charles Chaplin (la misma de Charles Dickens), para enseñarnos la inocencia en el fango y la dignidad del ser humano. Esto lo consigue mediante perfilados dibujos y al enfrentamiento de los sepias (color mierda) y los fríos azules de Londres con los brillantes colores primaverales del País de Nunca Jamás, llenos de romanticismo (en el sentido histórico estético del término) y alejados del expresionismo de From Hell, dibujado por Eddie Campbell.


La furcia borracha que es la madre de Peter, o el intento de violación del niño, por un personaje que parece el mismo Fajin de Oliver Twist, antes de volar a Nunca Jamas, sirven de marco histórico en el Londres de Dickens para entender la historia. La única posibilidad de salir vivo de aquel estercolero, era la de ignorarlo, la de crear un mundo paralelo, donde los mayores, los hijos de puta, no existiesen, para eso hace falta un hada que nos rescate y mucha imaginación para poder volar hasta la segunda estrella a la derecha, todo recto hasta el amanecer.


El País de Nunca Jamas está habitado por faunos, hadas, sirenas, indios y piratas; sabremos quien es Pan y quien fue el capitán Garfio (Willy DeVille). Loisel nos contara como llegaron los niños perdidos a la isla y porque perseguía el cocodrilo, el Guardián es su nombre, a Garfio, llevando en la panza el tictac, que es el causante de terror del capitán (el paso del tiempo que todo lo devora).



El amor y la inocencia no es lo único que caracteriza a la infancia, también lo son el egoísmo y la crueldad con el débil, aunque sean reflejo de la sociedad que los engendra y los cría. Esto aparece perfectamente plasmado en este Peter Pan, que tiene muy poco de ñoño y mucho de realidad, y por tanto de dolor y sufrimiento.La fuerza de los personajes (iconos de la cultura popular) creados por Barrie, es trasladada a las planchas consiguiendo unos héroes de belleza inusitada, donde el bien y el mal tienen cabida por igual, son personajes llenos de imperfecciones, como si fuesen dioses del Olimpo, marcados por un inevitable destino.

martes, 1 de septiembre de 2009

Fin de semana

No recordaba haber tenido vacaciones, así que aquel fin de semana iba a ser el primero en mucho tiempo. Viajamos en tren hasta un pueblo de la costa, hacía sol y el hotel estaba bien. Echamos un polvo antes de salir a comer y bebernos unas botellas de vino, después paseamos por el arenal cogidos de la mano y nos besamos al atardecer, de vuelta al hotel nos tumbamos en la cama antes de vestirnos para la cena. Recuerdo que bailamos toda la noche con la música de Willy DeVille (Demasiado Corazón, Stand by me, Spanish Stroll, !Hey Joe, Heart and Soul, The Lovers) Fueron tres días felices, un paréntesis, la gasolina para ir tirando otra temporada..., una anécdota en el disco duro del pasado.


Hey Joe, ¿A dónde vas con esa pistola en tu mano?
De acuerdo. Voy a joder a mi vieja bruja de un disparo
sabes que la pillé tonteando con otro hombre.
Sí, voy a joder a mi vieja bruja de un disparo
sabes que la pillé tonteando con otro hombre.
Huh, y eso no está nada bien.

Hey Joe, escuché que mataste a tu mujer de un disparo. La acabas de matar.
Hey Joe, escuché que acabas de matar a tu vieja bruja de un disparo. Le disparaste en el mismo lugar.
Sí lo hice, le disparé; sabes que la pillé tonteando, tonteando por la ciudad.
Oh sí lo hice, le disparé; sabes que la pillé tonteando por la ciudad.
Y le dí pistola, le disparé.

Hey Joe, ahora dime.
Uh ¿a dónde vas corriendo ahora, a dónde vas corriendo?
Hey Joe, te pregunté que a dónde vas corriendo ahora, a dónde, a dónde estás yendo.
Bien pillado.
Estoy camino del sur, camino abajo a México, ¿Vale?
Estoy camino del sur,camino al sur donde puedo ser libre.
Donde nadie pueda encontrarme nena.
Donde no hay verdugos que quieran poner una soga a mi cuello.
Es mejor que te lo creas.
Tengo que largarme ya.

Hey, hey, hey Joe, es mejor que no pares hasta el sur.
Adiós a todos.
Hey, hey Joe, o como te llames, te digo que no pares hasta el sur.