jueves, 31 de diciembre de 2009

Navidades rojas













foto X-C

—¿Perdiste las bragas? pues a mí no me mires, la que estaba borracha ayer fuiste tú, vaya colocón que traías, entre tú y tu primo os ventilasteis todo el champán de la fiesta. Yo me fui porque no quería verte mas haciendo el ridículo, cantando con la orquesta y moviendo el culo como si fueses la hermana tonta de Marilyn; anda que tu hermana tampoco se quedó a la zaga empeñada en tocarme el culo cada vez que intentaba bailar conmigo. Así que ya me dirás quién fue el que te folló ayer, por que yo no fui, guapa. Lo que manda huevos es que hayáis tirado las bragas y el condón delante del portal, ¡joder! ¿o lo hizo adrede el cabrón de tu primo para que lo viese yo hoy por la mañana? porque esas bragas son tuyas, seguro. Me las enseñaste antes de ir a la puta fiesta de Noche Vieja, y me dijiste que me fuese preparando, ¿preparando para qué?, cacho guarra, vete a ducharte y lávate bien el coño que no quiero tropezarme con nada de ese cerdo. ¿pero por qué lloras ahora, no fuimos a donde tu querías e hiciste lo que te dio la gana? ¿así que no te acuerdas, eh? Pues mira a ver donde tienes las putas bragas rojas, ¿dónde las dejaste? porque aquí no están. Lo que si veo son los renegrones que tienes en las tetas, ¿que pasa que te folló contra el capó del coche? una de dos o eres la mayor zorra del mundo o eres tonta del culo, no ves que ese anormal estaba todo el día detrás de tí salido como un perro, desde el día de nuestra boda, ¡pero si no hace ni un año!, y le caía la baba mirándote el escote ¿o que es que eso te halagaba, eh puta?. No, ahora dirás que esas bragas son mías, ¡y una mierda! no te acuerdas que yo me puse un tanga para que te pusieses contenta, si claro que te acuerdas, si hasta mojaste un dedo en tu boca y me lo pasaste por entre la raja de los labios, y me estremecí cuando se me metió la llema de tu dedo dentro . No tienes vergüenza, eres peor que una perra salida, ¿no decías que te daban asco los hombres?
—¡Ya vale!, no fue mi primo, fue tu hermano el que me violó cuando llegaba a casa, me dijo que tenía que saber lo que valía un hombre y que cuando sintiese su polla ya no iba a querer comer mas coños, y me dijo que no quería volver a verme contigo, que desapareciese de vuestras vidas, que su madre estaba muerta de vergüenza y que tu padre solo pensaba en como deshacerse de mi. Que les habías destrozado la vida...

miércoles, 30 de diciembre de 2009

El dragón y los ratones

















dibujo Leonardo da Vinci



Cuento escrito por León Tolstoi poco antes de morir.

«Hay una fábula oriental, que cuenta que hace muchos años, un viajero fue perseguido por una furiosa bestia en un descampado. Escapando de la bestia, él logro introducirse en una gruta; pero, tan pronto como se introdujo, vio en el fondo de la gruta un dragón que abría sus fauces para devorarlo. El muy desafortunado, había quedado en una posición intermedia en la que si subía seria devorado por la bestia que lo perseguía y si seguía cayendo seria devorado por el dragón, así que logró aferrarse a una rama que salía de una grieta y quedo colgado de ella. Sus manos fueron debilitándose cada vez mas, hasta que le pareció que pronto tendría que resignarse a la destrucción que le esperaba, lo mismo arriba que abajo, pero él siguió aferrado. Entonces, vio como dos ratones, negro el uno y blanco el otro, se daban a la tarea de pasar royendo una y otra vez la raíz de la rama de la que él colgaba. Pronto la raíz se desprendería y él caería dentro de las fauces del dragón. El viajero se percató de su desesperada situación y supo que perecería inevitablemente. Pero, mientras seguía colgado logró otear unas gotas de miel en las hojas de la rama, las alcanzo con la lengua y las lamió.

Así es como yo estoy: colgado de la rama de la vida, conciente de que el dragón de la muerte me espera, para destrozarme; y no puedo entender como he llegado a éste tormento. He intentado lamer la miel que antes me consolaba, pero ya no me otorga placer, y los ratones del día y de la noche terminaran por roer la rama de la que cuelgo. Mientras veo tan claramente al dragón, la miel ya no me resulta dulce. Sólo veo al ineludible dragón y a los ratones, no puedo apartar mi mirada. Está no es una fábula, sino la verdad incontestable, inteligible para todos.

La decepción que me han dado los placeres de la vida, que antes alejaban de mí el terror al dragón, ya no me consuelan. No importa que repetidamente me digan: “tú no puedes entender el sentido de la vida, no pienses en ello, tan sólo vive”, ya no puedo seguir haciéndolo: lo he hecho ya demasiado. El paso del día y de la noche ya no está a mi servicio, pues me acerca a la muerte. Esto es todo lo que puedo ver, esa es la única verdad. Lo otro es falso.

Los dos goterones de miel que servían de consuelo a mis ojos frente a la cruda realidad: el amor de mi familia y la escritura -yo lo llamo arte- ya no me resultan algo dulce.»

sábado, 26 de diciembre de 2009

Hold on



Colgaron un cartel en la ciudad
"Si vives a tope, no querrás
olvidarlo nunca"
Así que dejó Monte Río, hijo.
Del mismo modo que una bala sale de la pistola.
Con sus ojos negros y sus caderas a lo Marylin
se fué y cogió el camino a California.
La luna era dorada, y su
pelo como el viento.
Dijo: "No mires atrás.
Vamos Jim"
Oh, tienes
que aguantar, y aguantar.
Tienes que aguantar.
Coge mi mano. Estoy a tu lado.
Tienes que aguantar.

Bueno, le dió a ella un reloj de un "todoacién".
Y un anillo hecho con una cuchara.
Todo el mundo busca a alguien a quien culpar
Pero compartes mi cama, y compartes mi nombre.
Vale, adelante, llama a la policía.
No se conoce a chicas bonitas en cafeterías
Me dijo que todavía me quería.
A veces, no se puede hacer nada más.

Oh, tienes
que aguantar, y aguantar.
Tienes que aguantar.
Coge mi mano. Estoy a tu lado.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Ersilia














Delavega, Ephemera y Lascarr se han metido en una fábrica y en un hospital abandonados de Berlin y han recreado la ciudad de Ersilia evocada por Italo Calvino, en Las ciudades invisibles, en el capítulo en que Marco Polo cuenta a Kublai Khan la historia de los habitantes de Ersilia:
«En Ersilia, para establecer las relaciones que rigen la vida de la ciudad, los habitantes tienden hilos entre los ángulos de las casas, blancos o negros o grises o blanquinegros, según indiquen las relaciones de parentesco, intercambio, autoridad, representación.

Cuando los hilos son tantos que ya no se puede pasar entre medio, los habitantes se marchan: las casas se desmontan, quedan sólo los hilos y los soportes de los hilos.
Desde la cuesta de un monte, acampados con sus trastos, los prófugos de Ersilia miran la maraña de los hilos tendidos y los palos que se levantan en la llanura. Y aquello es todavía la ciudad de Ersilia, ellos no son nada.
Vuelven a edificar Ersilia en otra parte. Tejen con los hilos una figura similar que quisieran más complicada y al mismo tiempo más regular que la otra. Después la abandonan y se trasladan aún más lejos con sus casas.

Viajando así por el territorio de Ersilia encuentras las ruinas de las ciudades abandonadas, sin los muros que no duran, sin los huesos de los muertos que el viento hace rodar: telarañas de relaciones intrincadas que buscan una forma»

Las construcciones deben atender a la Triada Albertiana: Necesitas, Comoditas y Voluptas; la Necesitas la encontramos en un edificio derruido y adecuado a las necesidades del artista; la Comoditas es la adecuación perfecta a la función para la que ha sido concebido; y la Voluptas es el placer estético que la obra nos produce.
Si Alberti defiende un concepto clasicista de la belleza, entendiéndola como proporción y equilibrio entre todas las partes del objeto, una armonía perfecta en la que nada debe sobrar ni faltar siendo el fin último del arte alcanzar la belleza, creo que estos artistas lo han conseguido de lleno. Sus hilos son la metáfora visible de nuestras vidas, de nuestros recorridos entre unos y otros, de las circunstancias que van tirando del ovillo de nuestra existencia, queramos o no, como si un gato jugase con nuestras ilusiones y nuestros deseos, como si una araña gigante tejiese el sudario en el que nos convertiremos en polvo, es como si los habitantes de Ersilia se hubiesen dado cuenta de la presencia del insecto mítico (Aracne) y quisiesen escapar de la ciudad antes de caer presos en su telaraña, la tela de araña que es la vida, la familia, la sociedad; un maremágnum de convenciones y obligaciones, de desilusiones y frustraciones.

martes, 22 de diciembre de 2009

De Re Aedificatoria














Leon Battista Alberti es el primer modelo de tratadista moderno, sobre todo de la arquitectura. Hombre del Renacimiento, artista por antonomasia, gran humanista y científico, un gran sabio pensador y además artista polifacético, que practicó y teorizó sobre arquitectura, escultura y pintura. Nació en Génova en el año 1404 y falleció en Roma en el 1472.
Escribe tres tratados, el de la pintura en 1435, es el primer tratado moderno. El tratado de la escultura en 1464 y el de la arquitectura entre el 1450 y el 1452; esta obra es fundamental siendo un punto de referencia para toda la tratadística posterior.

En los siglos XV y XVI hay una gran tradición tratadística, la mayor parte de los tratados de arte de este momento son escritos por artistas. Serán un instrumento que va a permitir transformar el arte, harán una defensa del valor intelectual de las artes y de darles categoría de ciencias, considerandolas artes liberales.
El hito fundamental es el redescubrimiento de la obra de Vitruvio en el año 1414 en la biblioteca de Montecasino. En Vitruvio está la esencia del arte de la antigüedad. Surgen copias de la obra, un sinfín de traducciones y la creación de la academia Vitruviana de Roma en los años 40 del siglo XVI. Esto explica el éxito de los tratados.
Tratan de demostrar que el arte es un instrumento capaz de renovar y mejorar la sociedad, la política.
De Re Aedificatoria está compuesta por diez libros, y comienza explicando como con la necesidad de hallar cobijo y descanso surge la arquitectura. El hombre busca refugio en lugares seguros, y una vez encontrado un sitio apropiado intenta adecentarlo lo mejor posible y crear zonas de habitabilidad diversa dependiendo de las necesidades y las funciones que va a desempeñar cada espacio. La práctica y la experiencia en la construcción fueron creando distintos tipos de edificios.
Primero busca el entorno idoneo, la orientación apropiada, después levanta muros y coloca la techumbre, intenta abrir vanos y diferenciar las estancias dependiendo del servicio a que las destina.








Si esto fue así, deducimos que el arte de la construcción consta de seis partes:

1. El medio. El emplazamiento, la región.
2. La zona. La parte específica donde se levanta la parcela.
3. La repartición. La planta del edificio, la Distributio de Vitruvio.
4. El muro. Paramentos y elementos sustentantes.
5. La cubierta.
6. Los huecos. Los vanos.

Todos deben responder a la Triada Albertiana: Necesitas, Comoditas y Voluptas; que este contrapone a la Triada Vitruviana: Firmitas, Utilitas y Venustas.
La Necesitas es fundamental para la arquitectura, a ella dedica los tres primeros libros. Aquí están todos los fundamentos para hacer un edificio sano y adecuado a las necesidades humanas.
La Comoditas nos indica que el edificio ha de estar adecuado a la función para la que ha sido concebido; aquí están las distintas tipologias arquitectónicas. Hablará de la Comoditas en los libros IV, V y VI.
La Voluptas es la Venustas de Vitruvio, se identifica con la ornamentación y se relaciona con el placer estético que la arquitectura ha de provocar a través de la euritmia, la simetría, el orden, la proyección, el canón.
Defiende un concepto clasicista de la belleza, entendiéndola como proporción y equilibrio entre todas las partes del objeto, una armonía perfecta en la que nada debe sobrar ni faltar. El fin último del arte debe ser alcanzar la belleza, siendo lo bello, como escribió Cicerón, lo útil y lo conveniente.
En el concepto que de la arquitectura tenían los artistas renacentistas hay una singular unión del sentido práctico y de la especulación teórica, de pasión cultural y de espontaneidad creadora, de necesidades concretas y de aspiraciones culturales.
El tercer elemento de la inspiración renacentista son las fuentes antiguas. Más si lo antiguo para los escritores humanistas era la pureza de la Graecitas, las fuentes de los artistas fueron un híbrido de restos italoromanos, romano helenísticos y romano tardíos y de esquemas abstractos estudiados en Vitruvio el arquitecto de la baja romanidad.
Fuentes como esas hubieran ahogado a quien careciese de personalidad muy fuerte y gran fantasía creadora.
Logran comprender lo griego, hasta el punto de realizar una creación que tiene en común con lo griego el empeño en hacer común el mundo de la idea.













Alberti es un teórico inspirador de una arquitectura eminentemente concreta, a la que llega en su madurez, después de largos y disciplinados estudios en los más diversos campos del saber. Siendo realizados los proyectos de este teórico puro por otros arquitectos. El diseño que está en la mente del artista es lo esencial, no el producto acabado; está idea que viene de Cicerón será adoptada por Alberti y tendrá gran importancia con posterioridad, siendo la base para el Concetto de Miguel Ángel.

Influido por las lecturas de Platón y Aristóteles cree que la arquitectura es un instrumento de carácter político que ha de servir para conseguir la armonía social, esto está en línea con lo que pensaba Filarete arquitecto y tratadista florentino también influido por Vitruvio.
Plantea la arquitectura como un arte que ocupa el puesto mas elevado de los valores humanos. No es un oficio solamente sino que además es un instrumento dotado de una función social que está llamada a satisfacer el interés de los ciudadanos.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Dama Melancolía













Alain Chartier (1390-1430) escribe, en Francia, Esperanza y consuelo de las tres virtudes en 1428, donde por primera vez aparece la imagen de La "Dame Mérencolye" que se apropia de muchas de las funciones y aspecto exterior de la "Tristesse" del Roman de la Rose del siglo XIII. Pero mientras que esta última está desesperada y llorosa, en la "Mérencolye" predomina la apatía condicionada por su "temperamento terroso y plomizo". Este personaje vuelve a aparecer como "Melencolie" en la obra algo posterior del rey Renato de Anjou. Es una anciana, harapienta y miserable que intenta calentarse de un fuego casi apagado.
El primer capitulo del libro de Chartier, "nacido del dolor", comienza con estas palabras:

«Con este pensamiento triste y doloroso que siempre está en mi corazón y me acompaña, cuando me levanto y cuando me acuesto, que hace largas mis noches y cansina mi vida, llevo tanto tiempo fatigado y atormentando a mi pobre cerebro, tanto lo he oprimido y cercado de imágenes repugnantes, que no lo puedo emplear en asunto ninguno que pudiera traerme alegría o consuelo... Y en este trance vi venir hacia mí una vieja, muy desliñada en su atavío pero sin que eso le importase, flaca, seca y consumida, de complexión pálida, plomiza y terrosa, con la mirada gacha, el habla entrecortada y el labio colgante. Un pañuelo manchado y polvoriento le cubría la cabeza, un manto de ceremonia le envolvía el cuerpo. Acercose y de repente, en silencio, me tomó en sus brazos que sentí el corazón aplastado en el pecho como en un torno; y con sus manos me tapó los ojos y los oídos para que no viniese ni oyese. Y de esa suerte me llevó, desmayado y sin sentido, a la casa de la Dolencia y me entregó a las fauces del Terror y la Enfermedad. Aun a mi razón, aquel auxiliar joven y capaz que me había seguido, ora de lejos, ora de cerca, según me permitía Dios su compañía, aun a él le intoxicó con una bebida tan extraña y perniciosa, fermentada en frenesí y locura, que aquel joven bueno e inteligente, que para este propósito me había acompañado hasta el lecho, quedó junto a mí suspenso y como paralizado por el letargo. Y más tarde supe que aquella vieja se llamaba Melancolía, que confunde el pensamiento, seca el cuerpo, envenena los humores, debilita las percepciones y conduce a los hombres a la enfermedad y la muerte.




Por ella, según Aristóteles, las mentes más sublimes y los entendimientos de hombres profundos y excepcionales fueron y son muchas veces confundidos y oscurecidos, cuando se han entregado a pensamientos demasiado profundos y diversos... Así, fuertemente atado en cuerpo y alma, fui arrojado sobre la yacija más mísera, en la que estuve postrado durante varios días con mal sabor de boca y sin apetito. Y tras gran debilidad, largo ayuno, amargo dolor y vaciedad en mi espíritu, que Dama Melancolía oprimía con sus duras manos, sentí que el órgano situado en el medio de la cabeza, en la región de la imaginación (que algunos llaman "fantasía"), se abría y entraba en flujo y movimiento...»

Después aparecen «al lado oscuro del lecho» las horribles siluetas de Desafío, Indignación y Desesperanza, intentando convencer al triste protagonista para que se quite la vida, dándole ejemplos de famosos suicidas. Entonces Naturaleza despierta a Razón que hace aparecer a dos hermosas mujeres: Fe y Esperanza que portan una esencia balsámica y embriagadora.
fotos: Antoine D´Agata

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Silencios














Pienso en los silencios de años. Tengo a mi corazón arrinconado, preguntándose por qué, sin saber aún lo que pasó. Ahora ya no se si es de día o de noche, ni tan siquiera se si alguien estuvo conmigo, sólo se que tu no estás, lo demás... carece de importancia.
¿Por qué me dejaste si decías que me querías, por qué te fuiste si soñabas conmigo, por qué...?
Tal vez nos hicimos viejos y ya no teníamos ganas de jugar, tal vez había demasiado ruido, demasiada gente, demasiadas historias...
Ahora ya no importa nada de todo aquello, ahora se que despertaré... y la pesadilla continuará.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Ébano


















«He vivido unos cuantos años en África. Fui allí por primera vez en 1957. Luego, a lo largo de cuarenta años, he vuelto cada vez que se presentaba la ocasión. Viajé mucho. Siempre he evitado las rutas oficiales, los palacios, las figuras importantes, la gran política. Todo lo contrario: prefería subirme a camiones encontrados por casualidad, recorrer el desierto con los nómadas y ser huésped de los campesinos de la sabana tropical. Su vida es un martirio, un tormento que, sin embargo, soportan con una tenacidad y un ánimo asombrosos.
De manera que éste no es un libro sobre África, sino sobre algunas personas de allí, sobre mis encuentros con ellas y el tiempo que pasamos juntos. Este continente es demasiado grande para describirlo. Es todo un océano, un planeta aparte, todo un cosmos heterogéneo y de una riqueza extraordinaria. Sólo por una convención reduccionista, por comodidad, decimos "África". En la realidad, salvo por el nombre geográfico, África no existe.»
Estas palabras de Kapuscinski son el prólogo a esta obra publicada en 1998, una colección de crónicas del periodista polaco, que ha vivido en África como corresponsal durante más de treinta años, en los que ha conocido a reyes y dictadores, a jefes de aldea y a niños moribundos, ha vivido entre ellos y con ellos en la miseria, en la nada del espacio y del tiempo, en un paréntesis en la historia, donde hombres y mujeres transitan entre el amanecer y el ocaso buscando algo que llevarse a la boca, no hay más problemas sólo el de sobrevivir. Esto lo narra sin un ápice de demagogia, sin nada de condescendencia o sensiblería; sus letras fluyen como si estuviese contando un partido de fútbol, como si en vez de contar los kilómetros que tienen que andar todos lo días los niños para conseguir agua, (y como una simple a garrafa de plástico ha supuesto para ellos un salto tecnológico) estuviese describiendo una receta de cocina. Periodismo en estado puro, la agilidad y la sencillez con que presenta los asuntos nos llega directa, como un puñetazo en el pecho, no necesita de adjetivos ni de puestas de sol. Pero esa mirada que narra, es una mirada limpia, una mirada que no comenta, sólo describe lo que hace aun peor la realidad de los momentos vividos, porque produce que nosotros también veamos, que sintamos por tanto, como se nos revuelven las tripas al contemplar como viven y mueren otros seres humanos.
Está claro que lo que cuenta no está escrito desde un hotel con aire acondicionado, que no está escribiendo algo que alguien le contó, Kapuscinski es una fuente directa del dolor y de la muerte, también de la maldad y de la sanguinaria estupidez de sus dirigentes.


Sus caminos no son los habituales de los periodistas enviados a África, el se pierde por el continente en caravanas de camellos, y en caminatas interminables en busca de agua, vive en cuartos tapizados de cucarachas y en las chozas de los pigmeos, vive en suma como uno de ellos, aunque entreviste al Emperador de Etiopía o al Gereral Idi Amin Dada.
En Viajes con Herodoto cuenta como la Historia del escritor griego fue el único consejo y el regalo que le dio su primer director de periódico cuando salió de la facultad y lo lanzaron de la provinciana Polonia comunista a recorrer el mundo. Esta afición por la historia es la que le hace buscar las causas y los porqués de como es posible que estas personas puedan vivir así, más cerca de la muerte que de la vida.
Este Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, 2003 por «su preocupación por los sectores más desfavorecidos y por su independencia frente a presiones de todo signo, que han tratado de tergiversar su mensaje», nos presenta en Ébano un reportaje de 340 páginas en el que dice que se trata de un diario íntimo, de un libro autobiográfico y así parece por que lo que nos cuenta es realidad, vida vivida en primera persona, no hay tópicos ni lugares comunes sólo hay verdad, la verdad de un periodista, de un historiador que aspira a ser el Herodoto del siglo XX o más modestamente el editor del periódico que publica quien fue el hombre que mato a Liberty Valance.
Su viaje transcurre desde los años de las independencias africanas, tiempos de esperanza, hasta el pasado mas reciente de las matanzas en Ruanda donde nos explica las causas del genocidio de un millón de tútsis.














Ha sido testigo de veintisiete revoluciones, un centenar de sequías, incontables guerras, epidemias y hambrunas, de los cuatro jinetes del apocalipsis; en 1966 fue rociado de gasoil y estuvo a un tris de morir quemado por unos guerrilleros. Todo esto lo ha plasmado en una veintena de libros y un documental (Viaje imperfecto, 1994) La magnitud de su obra lo convierten en algo mas que un reportero, en un humanista: "Estoy fascinado por la forma en que se hace la historia. Cualquier historia, de Europa o del mundo, siempre es dramática y sangrienta en un inicio. Lo mismo se aplica a África: nace en el dolor, el sufrimiento y el conflicto"
Recorre África en coches alquilados por caminos que nos son carreteras, en camiones llenos de enfermos de malaria, en autoestop en medio del Sahara, y como la mayoría de los africanos, a pie. "Soy un poco un misionero —y muchos misioneros se han sentido bien en África. Es la única actitud posible; de otra forma, las condiciones pueden ser agobiantes. O también puedes ir a un hotel con aire acondicionado y refrigerador. Pero esa no es África".
Camina con los más pobres de la tierra y con los nómadas, pero también acompañó a los líderes de las guerras de liberación del continente, conoce a los tres dictadores de Uganda y atestigua los cambios que África ha sufrido en cuarenta años de historia: "A mediados de los setenta, se habían acabado las promesas de décadas anteriores, en cuyo transcurso la mayoría de los países del continente se habían liberado del colonialismo y habían empezado una nueva andadura de Estados independientes. Tenían la idea de que la libertad traería automaticamente el bienestar. Pero no ocurrió. Los nuevos países africanos fueron escenario de una lucha encarnizada por el poder que utilizaba todo: los conflictos tribales y étnicos, la fuerza del Estado, la tentación de la corrupción, la amenaza de la muerte".












El personaje en el que más se detiene Kapuscinski es en el de Idi Amín, nos relata su paso por la miseria y el vagabundeo ("En Europa, la gente que se ve en la calle camina a un destino determinado. En una ciudad africana no va a ningún lado: no tiene a dónde ir, ni para qué. Deambula, permanece sentada a la sombra, mira a su alrededor, dormita") para alistarse en el ejercito colonial ingles y como gracias a la fuerza de sus puños se convierte en campeón en los pesos pesados y asciende hasta ser capaz de dar un golpe de estado y asesinar a todos sus anteriores jefes, primero, y a trescientos mil ugandeses después, que alimentaron a los siluros de los grandes lagos.
"Nací, incapaz de quedarme en un lugar. Quizá sea una deficiencia: el hombre que está satisfecho no tiene necesidad de irse. Para mí lo más importante es escribir. Y para escribir, necesito esas historias".

martes, 8 de diciembre de 2009

Un rayo
















Está noche entró un rayo por la ventana, y me partió en dos por la mitad. Toda mi vida quedó carbonizada en un segundo, todo mi pasado y todo mi futuro, todo por lo que vivía y todo por lo que había luchado cayó al suelo convertido en cenizas; al otro lado se quedó mi cuerpo vacío.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Pecadores











Artículo escrito por Carlos Boyero en el diario EL PAÍS el 28-11-2009

"Veo en la tele a un clérigo trascendente, portavoz supremo de las inquietudes y los dogmas de su intocable gremio, certificando que los diputados católicos que voten a favor de la demoniaca reforma de la ley del aborto no están excomulgados sino que no podrán ingerir el sagrado cuerpo de Cristo. Como ya he olvidado los rituales católicos que tuve que aprender a hostias, no recuerdo en qué se diferencia eso tan temible de ser excomulgado (castigo ancestral aplicado a cualquier disidencia ante el poder divinamente establecido) y no poder comulgar. Ellos sabrán. El prelado aclara que esos herejes proabortistas viven en una situación objetiva de pecado, pero también añade, con la magnanimidad que caracteriza al catolicismo, que si esos pecadores se confiesan y luego hacen público su arrepentimiento volverán a ser acogidos en la santa casa.

Resulta admirable que hombres vocacionalmente castos y que jamás han tenido nada que ver en la creación de un feto, tengan un conocimiento tan exhaustivo de ellos, abanderen su sagrada defensa, convoquen manifestaciones contra las desalmadas madres que amparadas por la sacrílega ley pretenden desprenderse de ese proyecto de ser humano, abran las puertas del infierno a los políticos que comprenden el criminal acto.

Constatado el torrencial humanismo de los épicos defensores de los fetos, das por supuesto que prolongan su cruzada en la protección de la infancia, indefensa ante los abusos de los adultos. Sin embargo, la Iglesia católica demuestra una tolerancia histórica con los cuantiosos curas enganchados a esa tradición tan fea de violar criaturas que estaban a su cuidado. Cuentan que en Irlanda el sistema conocía las hazañas de los ensotanados follaniños, pero encubrió lógicamente cloaca tan piadosa. Previniendo escándalos, la Iglesia cambiaba de parroquia a sus traviesos depredadores. Carne fresca para la vieja ceremonia. Liquidarán con dinero las imborrables torturas. Ningún violado castrará a su verdugo."

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Los niños perdidos













Han aparecido "los Niños Perdidos", resulta que la isla de Nunca Jamás era Australia, a donde los llevaba su Gloriosa Majestad para que fuesen esclavos del Imperio. Así que el Capitán Garfio no era un pirata, sino que era un corsario al servicio de su serenisísima, y que en vez de encontrarse con Peter Pan se tropezaron con Fagin como mentor, y a mister Scrooge como director, y a la policía haciendo de cocodrilos.
Ahora, muchos años después, cuando ya prescribieron los delitos, y cuando ya no quedan Niños Perdidos, sólo sombras, sin nadie a quien ser cosidas, el lloroso primer ministro de Australia dice en el parlamento y delante de las cámaras de televisión: "Miramos hacia atrás avergonzados de que pasarais frío, hambre y soledad y sin tener a nadie a quien pedir ayuda".
"Sufrieron abusos físicos, humillaciones crueles, violaciones sexuales. Nos avergonzamos de permitir que los que tenían poder abusaran de los que no lo tenían".
"Robados de sus familias, de su país, vistos no como niños inocentes sino como mano de obra barata. A aquellos de vosotros a los que os dijeron que erais huérfanos o a los que os trajeron sin la aquiescencia o el consentimiento de vuestros padres, reconocemos las mentiras que os contaron, las mentiras que les contaron a vuestros padres y madres, y el dolor que esas mentiras os han causado a lo largo de toda vuestra vida. A aquellos de vosotros que al llegar a puerto fuisteis separados de vuestros hermanos y enviados a las partes más remotas de una tierra extranjera, reconocemos que las leyes de nuestra nación os fallaron. Por todo esto os pedimos perdón".
Si esta es la verdad oficial, reconocida por los políticos no quiero ni pensar en lo que fue la realidad de estos niños, estaba claro que ni Charles Dickens (que se fue a vivir con su familia a la cárcel  donde metieron a su padre por impago de deudas, hasta que a los doce años se puso a trabajar en una fábrica de betún, diez horas diarias, seis días a la semana), ni Charles Chaplin (que empezó a trabajar en el teatro a los cinco años, para ayudar a vivir a su madre, una actriz esquizofrénica de raza gitana abandonada por un cantante de jazz alcohólico  eran unos fabuladores, sólo describían la ciudad en la que vivían  Londres, por eso fueron adorados por toda la población porque eran los únicos que al reflejar el dolor de los miserables, les daban condición de algo mas que de parias de la tierra, los convertían en seres humanos, en personas.







Medio millón de niños estuvieron ingresados en orfanatos y centros caritativos australianos entre 1920 y 1970. Aproximadamente 10.000 de esos "Niños Perdidos" fueron británicos, niños pobres (sólo el 15% eran huérfanos) que al término de la Segunda Guerra Mundial fueron separados de sus familias y enviados al País de Nunca Jamás para insuflar de sangre fresca y blanca a las colonias del Imperio. A los padres les decían que era para entregarlos en adopción a familias adineradas, con las que, sus hijos, tendrían el futuro asegurado. A los niños les decían que sus padres habían muerto., los hermanos eran separados al llegar al puerto de destino y ponerlos a trabajar en granjas y fábricas. Dormían en instituciones regentadas por el Estado o la Iglesia, donde eran violados y torturados (un "niño perdido" declaró ante un Comité del Parlamento británico como los sacerdotes de su orfelinato apostaban entre ellos para ver quien era el primero que conseguía violarlo cien veces).
Durante siglos, entre 1618 y 1967, el Reino Unido practicó, lo que llamaron "emigración de menores" que contó con el apoyo y la colaboración de fundaciones caritativas y distintas Iglesias cristianas como la de Inglaterra, la Metodista, la Católica o el Ejército de Salvación. 150.000 "niños perdidos" fueron deportados (secuestrados) a Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica o Rhodesia . Era una manera de preservar la raza y suministrar mano de obra barata a la vez. Tal vez sea por eso por lo que decía Hitler que el aliado natural de Alemania era Inglaterra.