domingo, 7 de marzo de 2010
Sublime belleza
¿La belleza, el amor, tienen algo que ver con el deseo? Desnudo en la soledad ¿que espero?, ¿la muerte, o el amanecer? El hombre sigue vivo por el deseo de estar vivo, por la ilusión de vivir. La amenaza de la muerte no nos incomoda, sólo la mala vida nos da la muerte. El genio dibuja para su amor, crea poemas eternos en los que describe el ansia, la imposible realización de los sueños, la decrepitud del cuerpo y la sublimación del amor en obra de arte. El bardo inmortal recogió el testigo, naciendo el mismo año que murió el Titán, escribiendo cosas como estas:
"Mella, Tiempo voraz, del león las garras,
deja a la tierra devorar sus brotes,
arranca al tigre su colmillo agudo,
quema al añoso fénix en su sangre.
Mientras huyes con pies alados, Tiempo,
da vida a la estación, triste o alegre,
y haz lo que quieras, marchitando al mundo.
Pero un crimen odioso te prohibo:
no cinceles la frente de mi amor,
ni la dibujes con tu pluma antigua;
permite que tu senda siga, intacto,
ideal sempiterno de hermosura.
O afréntalo si quieres, Tiempo viejo:
mi amor será en mis versos siempre joven."
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"Si la belleza es suceptible de producir amor, lo sublime tiene la capacidad de crearnos inquietud y temor".
ResponderEliminarLa frase de la obra de Burke sobre lo bello y lo sublime, se encuentra en medio de las ideas estéticas expuestas por Joseph Addison en "Los placeres de la imaginación", donde desliga la belleza de la razón y la relaciona con la pasión, y los trabajos de Kant sobre el mismo tema, que ya mencione en alguna entrada del blog. Estas teorias estéticas rompen con el tratadismo renacentista heredero de Vitruvio y de su triada: Firmitas, Utilitas y Venustas que marcan el concepto clásico de la belleza. El final de la obra de Miguel Angel supone la ruptura con este clasicismo y la aparición del Genio, este sera el hombre que busquen los románticos, un hombre, solo contra el mundo y sumergido en la creación artística como último estadio para conseguir la absoluta belleza, reflejo de Dios, de la que hablaban los Neoplatónicos, es el final de "Muerte en Venecia" como ejemplo arrebatado, de la busqueda de la belleza por el hombre.
ResponderEliminarDel concepto de lo sublime como algo que nos produce malestar y horror, nacen los grandes mónstruos románticos: Drácula, Frankestein, mister Hide, y las terribles pinturas negras de Goya y las "sublimes" composiciones finales de Beethoven.
Es uno de mis temas favoritos, este de lo bello y lo sublime, y está claro de que aroma está impregnado todo el blog.