jueves, 5 de noviembre de 2009

Sobre lo bello y lo sublime





















Observaciones sobre el sentido de lo bello y lo sublime.- Kant

«Aquel cuyas emociones le inclinan a la melancolía no tiene ese nombre porque se sienta afligido por depresión sombría al verse despojado de las alegrías de la vida, sino porque su sensibilidad, afinada por encima de determinado nivel, o mal dirigida por alguna razón, alcanza ese estado con mayor facilidad que ningún otro. En particular, tiene el sentido de lo sublime. [...] Todas las sensaciones de lo sublime poseen para él una mayor fascinación que los encantos efímeros de lo bello. [...] Es constante. Por eso somete su sensibilidad a principios. [...] El hombre de disposición melancólica se cuida poco de las opiniones ajenas, por eso se fía únicamente de su juicio propio. Como los impulsos adquieren en él la naturaleza de principios no se distrae fácilmente; también su constancia se torna a veces obstinación. [...]

La amistad es sublime, y por lo tanto es susceptible a ella. Podrá perder a un amigo voluble, pero éste no le perderá a él tan deprisa. Hasta el recuerdo de una amistad truncada sigue siendo precioso para él. [...] Es buen guardián de sus secretos y de los ajenos. La verdad es sublime y él odia las mentiras y el engaño. Tiene un convencimiento profundo de la nobleza de la naturaleza humana. [...] No tolera la sumisión vil, antes bien respira libertad en un pecho noble. Desde las cadenas de oro del cortesano hasta los pesados grilletes del galeote, todas las ataduras son para él aborrecibles. Es juez severo de sí mismo y de los demás; y no pocas veces se hastía de sí mismo y del mundo. »

3 comentarios:

  1. En algún sitio leí que los músicos, cuando tocan juntos, vibran en la misma longitud de onda.
    Sublime

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  2. Nunca lo había oido, y me fastidia el no saberlo, tu comentario es hermoso (vibrante)
    Aunque supongo que los músicos estaran muy ocupados en la técnica de la interpretación, creo que mi corazón vibra más, de hecho casi explota cada vez que escucho "La muerte de Isolda"

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  3. Gracias por Kant, gracias por Wagner.

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