lunes, 28 de septiembre de 2009

Corín




Me gustaba tu nombre Corín, pensaba que era francés y me traía aromas románticos y elegantes, no imaginaba que viniese de Socorrín, de la María del Socorro del Franco. Mi abuelo tenía un kiosco en aquel barrio de Gijón, donde tú vivías, y a veces me quedaba yo solo a despachar, entonces aprovechaba para leer los comics de superhéroes de la Marvel. De vez en cuando entraba alguien a cambiar una novela del oeste o una de las tuyas, de amor. Les ponían una marca, las iniciales o un signo para no volver a leer la misma, porque como eran todas iguales, no se daban cuenta de cual estaban leyendo hasta que llegaban a la mitad. Era una de las pocas diversiones permitidas en aquella España de roña y procesiones.

Nunca había leído una historia de las tuyas, así que el día que moriste rebusqué en la casa de mi madre hasta encontrar una de tus obras, está en mi mesita de noche desde entonces, porque siempre se va quedando debajo de otros libros, ya que no conseguía pasar de la segunda página. Hasta que hace unos días me decidí y leí setenta páginas de un tirón, pero no entendí nada, no se lo que quería decir la escritora, tal vez aquellas señoras podían comprender tu lectura, pero yo carezco de los arcanos necesarios para alcanzar su comprensión. La historieta se titula Bendita tú, está publicada en el año 1966, y empieza así:
«—Es magnifico —rió Alice—. Tiene un no sé qué.
Bárbara pensó que todos tienen un no se qué. Al final, cuando la personalidad deja de ser un misterio, el ser se convierte en una vulgaridad.»
Es la historia de una enfermera que se enamora de un paciente, un joven y apuesto drogadicto hijo de un millonario, mientras, ella es pretendida por el medico de planta, hijo del director del hospital. No tiene ni pies ni cabeza, los adjetivos se suceden de dos en dos a cada palabra y parece como que se hubiesen caído de un diccionario encima de la maquina de escribir, da igual que tengan significado, o que vengan a cuento; hay una necesidad imperiosa de rellenar páginas, así que sinónimos, epítetos y guiones aparecen por todos lados, completando las ciento y pocas paginas que componen cada novelita.
Cuando Vargas Llosa fue a Gijón a entrevistar a Corín Tellado y hacerle un ditirambo (por su trabajo en la extensión de la cultura (?) entre todas las capas sociales) para el diario El País, estuvo muy bien, pero ni tan siquiera tuvo la delicadeza de intentar leer una de sus novelas, podía haberlo hecho en el avión mientras viajaba a Asturias, pero no entiendo a cuento de que vienen esos elogios, cuando luego desprecia la obra que no le merece un segundo de su tiempo.
Lo único real es la perdida de tiempo de las que leyeron tus libritos absurdos, correa de transmisión de la ideología nacional católica del putrefacto régimen franquista, con un machismo ad nauseam, creado por los censores, curas y militares, y metido a machamartillo en las mujeres españolas, que estaban "para servir a Dios y a usted".
Más de 4.000 novelas y más de 400 millones de ejemplares vendidos, la UNESCO la reconoció como la autora viva mas leída en lengua castellana (así estamos), y el gobierno asturiano destaca su modernidad, diciendo su presidente que era "una mujer muy adelantada a su época", el adelantado era él, que se fue del PCE diciendo que lo hacía porque la cúpula dirigente (Carrillo) había renunciado al marxismo-leninismo, y los ideales comunistas, para pasarse luego al PSOE que había abandonado el marxismo pero lo puso de alcalde, eso si que es ser un adelantado, o un espabilado mejor dicho.

"La cultura no deriva de la lectura de libros, sino de la lectura exhaustiva e intensa de buenos libros".- Aldoux Huxley

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