martes, 8 de enero de 2013

La novia



Roxana Popelka presentó La novia (o el problema de Dolores se llamaba mal de amores), una serie de fotografías de acción para el proyecto “Artransmedia 2002”, en la entonces “Universidad Laboral Convento de las Clarisas”. Estas obras se pueden ver ahora en el Museo Barjola de Gijón formando parte de la exposición “Mutaciones creativas” en la que participan veintiún artistas asturianos, son fondos de la Fundación DANAE dirigida por Acindino Quesada quien mantiene que aquellos artistas podían competir con lo más representativo de la vanguardia europea del momento.

En los años setenta la fotografía comienza a ser utilizada para documentar las acciones performativas; así, un arte efímero, empezó a transformarse en duradero, llegando a producirse las creaciones para ser filmadas o fotografiadas, uniéndose concepto y forma en una única pieza artística, una fotografía. De está manera Roxana Popelka utiliza la fotografía como registro de sus acciones, introduce y sintetiza en el visor de la cámara la poesía de su narración.
El resultado es un soporte digital en el que se aúnan distintas artes, porque lo importante no es el género o la técnica con que trabaja el artista, si no la obra que contemplamos. Lo fundamental es tener algo que decir y decirlo, saber transmitir emociones, sensaciones e ideas. 

Las figuras (ella misma) brincan por la playa, empujan un carro de la compra o se sientan atrapadas en una silla de ruedas, con su vestido de novia.
El gran día, cuyo paradigma es la blanca palidez del saco nupcial, queda retratado en su inutilidad ante las situaciones cotidianas a las que la bendita, santa, virginal, novia tiene que enfrentarse. El rol de la mujer como el soporte hueco de un disfraz blanco (como el de los sacerdotes, que es negro) queda al descubierto. Pero todo se da por bien empleado para que las niñas (que ya habían sido sometidas a un ensayo general en la primera comunión) acepten (y perpetúen) su pasado de buena chica y su futuro de buena esposa y sufrida madre. Por desgracia el ritual áulico se sigue celebrando por todo un país lleno de iglesias y mujeres muertas, en las que los disfrazados de negro otorgan los títulos de buena hija y amante esposa. 


3 comentarios:

  1. pero qué bien escribes...me encanta este proyecto, enhorabuena a todos los autores. Rocío.

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  2. Me encanta el contraste entre el virginal atuendo y la grasilla de la cotidianidad. La barbie, la princesa, sueña un mundo que no existe.
    Por desgracia, amigo Xc, sigue siendo imagen frecuente y se continúa el ritual áulico, a veces en la iglesia frente al cuervo; las más, en el todavía más ridículo "Salón del Trono" frente al político de turno. A veces, por desgracia, NADA CAMBIA, solo se transmuta en algo idéntico con otro envoltorio.

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  3. Excelente analisis y una muy buena manera de implicarse, vivir, un proyecto artistico. Bravo a lloviendo piedras. Acindino

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