Air Doll es una película de Kore-eda Hirokazu del año 2009. Su excesivo metraje, o los ataques líricos y autocomplacientes de su director no consiguen restar un ápice de poesía y belleza a esta Pinocho de goma, que se desplaza silenciosa por las calles y habitaciones de un Tokio sórdido y desolado.
El
encuentro de la muñeca hinchable con su corazón le hace descubrir la tristeza y
la soledad de la vida humana; personas refugiadas en sus trabajos y en su
cotidianidad que intentan ignorar la presencia de su propia existencia. La
muñeca va descubriendo la incomunicación, la insatisfacción, el dolor
y la miseria del hombre, cómo un animal escondido en su caverna o en una jaula
construida por él mismo para aislarse del sufrimiento.
Una historia
sacada de un manga, donde Nozomi se desliza y va conociendo como, igual que
ella está llena de aire, los demás seres
también están vacíos, no les queda un soplo de esperanza; únicamente ella, con su ingenuidad y su falta de egoísmo, va abriendo el corazón
constreñido por la ansiedad de encontrarse solos, el miedo a la muerte y el
hundimiento moral de los distintos personajes,
haciéndoles recordar que un día fueron humanos.
—¿Qué significa envejecer?
—Perder la vida.
—Yo también estoy vacía.
—Hoy en día todo el mundo está vacío,
sobre todo las personas que viven en ciudades como esta.
—La vida esta construida de tal forma que
nadie puede llenarla sola.
—¿Desearías no haber encontrado tu corazón?
—Duele.
Ya se sabe: "si hablas con dios-muñeca eres creyente y si te contesta......". ¡Pobre muñeca! destinada en un principio a dar placer.... y acaba ejerciendo de cronista oficial de la ciudad NihilHuman, receptora de las frustraciones del tele-vidente-creyente que espera encontrar en la confesión la comprensión y la absolución de la vacía existencia en la que se autocomplace...Onanismo recurrente del que se inicia en el masoquismo de los sentimientos.
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