Ayer me
encontré con un fantasma, ella me dijo hola y yo le dije adiós. El tiempo había muerto, y yo también, desde entonces. Ni tan siquiera hubo sorpresa, tampoco
melancolía o tristeza, era como mirar una hoguera
después de
mearla, sólo había que marchar.
No son fantasmas,en un mundo paralelo seguirian siendo nuestos hijos,amantes,novios.Ayer tocabamos su mano,lo sabiamos todo de ellos.Hoy nos sorprende que al volver la vista atras no desaparezcan,que anden y respiren lejos de nosotros.
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