lunes, 7 de mayo de 2012
Trópico de Cáncer
Henry Miller, Trópico de Cáncer, 1934
«Cuando me asomo a ese coño exhausto de la puta, siento el mundo entero debajo de mí, un mundo que se tambalea y desmorona, un mundo gastado y pulido como el cráneo de un leproso. Si hubiera un hombre que se atreviese a decir todo lo que pensaba de este mundo, no le quedaría ni un metro cuadrado de suelo en que plantar los pies. Cuando aparece un hombre, el mundo cae sobre él y le rompe la espalda. Siempre quedan en pie demasiados pilares podridos, demasiada humanidad infecta como para que el hombre prospere. La superestructura es una mentira y los cimientos un inmenso miedo trémulo. Si a intervalos de siglos aparece de veras un hombre con expresión desesperada y ávida en los ojos, un hombre que pondría el mundo patas arriba para crear una nueva raza, el amor que trae al mundo se convierte en cólera y él se vuelve un azote. Si de vez en cuando encontramos páginas que explotan, páginas que hieren y estigmatizan, que arrancan gemidos, lágrimas y maldiciones, sabed que proceden de un hombre arrinconado, un hombre al que las únicas defensas que le quedan son sus palabras y sus palabras son siempre más resistentes que el peso yacente y aplastante del mundo, más resistentes que todos los potros y ruedas del tormento que los cobardes inventan para machacar el milagro de la personalidad. Si algún hombre se atreviera alguna vez a expresar todo lo que lleva en el corazón, a consignar lo que es su experiencia real, lo que es de veras su verdad, creo que entonces el mundo se haría añicos, volaría en pedazos y ningún dios, ningún accidente, ninguna voluntad podrían volver a juntar los trozos, los átomos, los elementos indestructibles que han intervenido en la construcción del mundo.»
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Las palabras de un hombre arrinconado, un hombre que no quiere seguir viendo como el mundo se sigue construyendo sobre los cimientos y pilares de una auténtica mentira, de un hombre que sueña con un lugar en donde las flores gane la batalla a la basura, esas palabras no interesan a nadie...
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