...Yo, en cambio, tengo mariposas en el estómago para morir esta noche, tengo una cama para ahogarme en mis lágrimas, tengo miles de pensamientos sobre lo que ya no será mi vida, y tengo un miércoles marcado en el calendario para no olvidar nunca, tampoco iré ya al mar, ni tengo religión, ni esperanza, ni maquillaje, ni un objeto que me sea imprescindible y creo que ahora más que nunca está hundiéndose el cielo.
Cada vez los textos de Ausencia son más tristes, cada uno más duro que el anterior, la manera en que enumeras las cosas que ya no tendrás o las cosas que ya no harás es demoledora, eso si que es dolor, vacío y soledad.
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