viernes, 1 de abril de 2011

De que callada manera














                                                                                                                                                 foto X-C
Nicolás Guillén

¡De que callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera !
¡Yo, muriendo!

Y de que modo sutil
me derramo en la camisa
todas las flores de abril

¿Quién le dijo que yo era
risa siempre, nunca llanto,
como si fuera
la primavera?
¡No soy tanto!

En cambio, ¡Qué espiritual
que usted me brinde una rosa
de su rosal principal!

De que callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera
¡Yo, muriendo!

2 comentarios:

  1. Ya no recordaba, no sabía nada de flores ni de primaveras, ese oscuro objeto del deseo, se había
    convertido en una obsesión, una meta (inalcanzable). ¡Maldita Felicidad!

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  2. Pero ahora recuerdas y es posible que no haya metas inalcanzables, porque estar en el camino sea ya la meta, un camino que se descubre cada día con un corazón agradecido y feliz ante esos extraños giros del destino que hicieron aparecer ante nosotros caminos inexplorados y oportunidades nuevas. Tal vez la meta sea olvidar el invierno y creer en la primavera.

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