
Como un perro, como un perro, como un perro... La barca se desliza... la noche ya no quiere más, todo ha sido tomado. Sombras... no hay ninguna caricia, las promesas fueron falsas... Dime, dime otra vez las palabras. El derrabe arrasó todo. Tengo que buscar, no sé en donde, no sé el qué. ¿Quién me va a decir ahora palabras de amanecer? ¿De dónde voy a sacar de entre las mentiras una voz? El olor, ese terrible olor clavado en mi corazón, quien me lo va a quitar. ¿Quién me quitará la venda?
Te cambio tus ojos por los míos. Sí, ya sé que los tuyos son azules
ResponderEliminary grandes
y perderías en el change.
Pero no me refiero a eso:
ponte los míos un instante-
verás el viento que pasa arrasando
verás el viento que no se detiene,
sentirás que todo pasa
incluso el infierno más solemne-
yo me quedo a llorar con tu mirada
con tus pies de barro,
sin su suelo firme, temblando temblorosa
tras el infinito engaño.
Tu mirada por mis ojos que visionan soluciones.
Yo me detengo en los tuyos
que lloran de verdad.
Pero mañana,
cuando el mundo incesante gire
y todo este al revés,
es decir,
cuando yo vuelva a mi hastío
y tu pedalées de nuevo en tu triciclo,
préstame tus ojos
YO te cederé los míos