- Ve y visita nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Y cuando regreses a decirme adiós, te regalaré un secreto. Fue a ver nuevamente a las rosas. - Vosotras sois bellas, pero vacías – No se puede morir por vosotras. Seguramente, cualquiera que pase creería que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella a quien he regado. Puesto que es ella a quien abrigué bajo el globo. Puesto que es ella a quien protegí con la pantalla. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres para las mariposas). Puesto que es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Puesto que es mi rosa. – Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos. Es el tiempo que has perdido en tu rosa lo que hace a tu rosa tan importante. Los hombres han olvidado esta verdad, tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has cuidado. Eres responsable de tu rosa...
Recuerdo a Tristana (Catherine Deneuve) paseando por una plaza porticada en Toledo, le pregunta a don Lope (un asombroso Fernando Rey), que columna le gusta más, y él le responde qué que pregunta tonta es esa, que todas son iguales; Tristana afirma lo contrario, le indica que todas son distintas y que ella siempre elige. Debía de tener dieciséis o diecisiete años cuando vi esta película por primera vez, pero aún recuerdo como me turbó la pregunta y la respuesta de la fría Catherine. ¡La libertad, la libertad, he ahí el dilema!
Francamente, me agrada, y mucho esta profundidad de ser, de búsqueda vital, cultural y estética de la dimensión humana de ese ser aquí y ahora. Hay, para mi, una fusión entre lo postmoderno y lo moderno,superadora, como entre forma y contenido o entre sentido, sentimiento y razón, en una red que pensamiento y palabra recorren juntos por un laberinto borgiano sobre el que "llueven piedras"
Todas las rosas son la misma rosa
ResponderEliminar- Ve y visita nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Y cuando regreses a decirme adiós, te regalaré un secreto.
ResponderEliminarFue a ver nuevamente a las rosas.
- Vosotras sois bellas, pero vacías – No se puede morir por vosotras. Seguramente, cualquiera que pase creería que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella a quien he regado. Puesto que es ella a quien abrigué bajo el globo. Puesto que es ella a quien protegí con la pantalla. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres para las mariposas). Puesto que es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Puesto que es mi rosa.
– Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos. Es el tiempo que has perdido en tu rosa lo que hace a tu rosa tan importante. Los hombres han olvidado esta verdad, tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has cuidado. Eres responsable de tu rosa...
Recuerdo a Tristana (Catherine Deneuve) paseando por una plaza porticada en Toledo, le pregunta a don Lope (un asombroso Fernando Rey), que columna le gusta más, y él le responde qué que pregunta tonta es esa, que todas son iguales; Tristana afirma lo contrario, le indica que todas son distintas y que ella siempre elige. Debía de tener dieciséis o diecisiete años cuando vi esta película por primera vez, pero aún recuerdo como me turbó la pregunta y la respuesta de la fría Catherine. ¡La libertad, la libertad, he ahí el dilema!
ResponderEliminarFrancamente, me agrada, y mucho esta profundidad de ser, de búsqueda vital, cultural y estética de la dimensión humana de ese ser aquí y ahora. Hay, para mi, una fusión entre lo postmoderno y lo moderno,superadora, como entre forma y contenido o entre sentido, sentimiento y razón, en una red que pensamiento y palabra recorren juntos por un laberinto borgiano sobre el que "llueven piedras"
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