
Mareva escribió estas preciosas y precisas palabras, en su blog HOGUERA DE IDEAS, hace dos noches:
«No tengo mariposas para empezar el día, ni barro para hacer un cuenco donde meter las lágrimas, ni un solo pensamiento cuando hablan del sentido de la vida, tampoco tengo un miércoles marcado en el calendario para ir al mar, ni tengo religión, ni esperanza, ni maquillaje, ni un objeto que me sea imprescindible y creo que ahora más que nunca está aclarandose el cielo.»
Yo, en cambio, tengo mariposas en el estómago para morir esta noche, tengo una cama para ahogarme en mis lágrimas, tengo miles de pensamientos sobre lo que ya no será mi vida, y tengo un miércoles marcado en el calendario para no olvidar nunca, tampoco iré ya al mar, ni tengo religión, ni esperanza, ni maquillaje, ni un objeto que me sea imprescindible y creo que ahora más que nunca está hundiéndose el cielo.
Me ha gustado el contrapunto del hundirse.
ResponderEliminarY un honor que un pedacito de mí quede en tu blog...
Una vez saboreé una mariposa, todavía sueño con ella.
ResponderEliminarSiento no poder poner en este comentario un Contrapunto de Satie, sería perfecto para tus palabras del polvo. Yo también tengo polvo en los ojos y en la boca, aunque en mi patria llueve, llueve de día y de noche, siempre llueve.
ResponderEliminar....en tu patria y en la mía no llueve casi nunca eso es un tópico que hace un flaco favor al turismo de sol y playa, que nos da de comer....
ResponderEliminarNo sé en que playa vives tú, yo vivo en un campo santo lleno de fantasmones y llueve, llueve de día y de noche, simpre llueve.
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