...los lunes, terribles lunes donde se retoma la conciencia de la ineludible monotonía, lo que está por llegar es monstruoso gris y viscoso. ¡Viva el martes!
Munch recuerda en su diario la sensación de aquella tarde, la que intento reflejar de manera obsesiva en varios cuadros, titulándolos Desesperación: "Paseaba por un sendero con dos amigos - el sol se puso - de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio - sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad - mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza." Gracias por tus bellísimas palabras, Mareva.
Profundo como una roca abandonada al mar.
ResponderEliminarContagioso como el óxido del hierro al hierro.
"ya no tengo palabras, sólo dolor" eso implica demasiado.
Salud!
...los lunes, terribles lunes donde se retoma la conciencia de la ineludible monotonía, lo que está por llegar es monstruoso gris y viscoso. ¡Viva el martes!
ResponderEliminarMunch recuerda en su diario la sensación de aquella tarde, la que intento reflejar de manera obsesiva en varios cuadros, titulándolos Desesperación: "Paseaba por un sendero con dos amigos - el sol se puso - de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio - sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad - mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza."
ResponderEliminarGracias por tus bellísimas palabras, Mareva.