Dibujos manipulados

«El dibujo por su naturaleza, conduce fácil y muy naturalmente a la abstracción… Cuanto más puro es el trabajo gráfico, es decir, cuanto más se ha puesto el acento en los elementos de la forma que se hallan en la base de la representación gráfica, menos se está en condiciones de representar las cosas visibles de manera realista».- Paul Klee


La exposición de Nacho Suárez en el espacio de arte Lola Orato presenta una serie de Dibujos Manipulados. Lo que un día fueron apuntes sobre una libreta, bocetos de mujeres, se ha convertido, después de un trabajo de introspección y búsqueda, en una gran composición pictórica.
Como muy bien ha sabido describir Lola Orato: «Nacho utiliza tanto herramientas clásicas como nuevas tecnologías. En un ejercicio de auto-apropiacionismo, parte de dibujos propios, los fotografía y manipula con el ordenador, los imprime en lienzo superponiéndolos de dos en dos, y sigue pintando sobre ellos. Los retratos femeninos que se muestran con nitidez en el dibujo de partida, se nos presentan en un proceso inverso al de la disociación de la personalidad, en una asociación de dos identidades que generan una nueva.»


Los dibujos primigenios son trasladados al ordenador donde empiezan a cobrar vida, se transforman, giran sobre si mismos buscando con quien asociarse, con quien compartir su singularidad. Del encuentro entre las distintas caras, se produce primero un choque, luego una simbiosis. Rostros ajenos, que en un principio se pelean por su espacio en el lienzo, acaban compartiendo el cuadro, transformando lo que eran simples líneas trazadas en una moleskine, en rostros de mujeres llenos de expresión. En vez de deconstruir la figura en partes como hacían los cubistas, Nacho hace lo contrario, condensa dos rostros en uno, componiendo otra figura; aunque dependiendo desde donde observemos el cuadro podremos encontrar unas veces la mirada de una y otras veces la mirada de la otra alma antigua, prisionera ya en su nueva morada. La visión se multiplica, el conjunto se enriquece y mediante una correspondencia unívoca Nacho crea un nuevo ser, una mujer nueva, libre de la losa de ese tan manoseado «Eterno femenino que nos impulsa hacía arriba» que escribió un tal Goethe.
Ahora, enterados ya de que Cristo ha muerto y de que la Virgen María no existió, debemos acordarnos de las palabras de Zaratustra, que «después de haber sanado de la muerte, anuncia esta nueva eternidad: Todo avanza, todo retrocede; eterna gira la rueda del Ser. Todo muere, todo florece de nuevo; eterno fluye el año del Ser. Todo se quiebra, todo se reúne; la casa del Ser se construye eternamente. Todo se despide, todo se encuentra y saluda de nuevo; el anillo del Ser es eternamente fiel. En cada fracción de segundo comienza el Ser, en cada aquí rueda la esfera hacia allá. El centro está en todas partes. El camino de la eternidad es sinuoso.»
Así son las mujeres de Nacho Suárez, desprovistas de aura, todo está en su interior.























http://www.lne.es/cultura/2012/06/11/nacho-suarez-reinventa-retrato-femenino/1254986.html