martes, 5 de abril de 2011

Boxeo

Dulce la lluvia, el sonido extraño en la ventana; recuerdo cuando iba con mi padre bajo las estrellas buscando un bar entre los escampados de León, mi abuelo iba detrás y me explicaba los nombres de las constelaciones. Cuando, al fin, llegábamos a un chigre con televisión, yo debía tener doce años y quería a mi padre. Mi abuelo era otra cosa. Ahora mi padre hace muchos años que ha muerto, muchos más que mi abuelo... y ya no hay boxeo en la tele.

7 comentarios:

  1. Ya no hay muchas cosas. Tal vez sea mejor así.
    El tiempo me va engullendo, tanto que me sobresalto en los espejos. Me siento como si me desprendiera de los árboles,un poquito cada día,un poquito más. En cualquier momento me deslizaré suavemente hasta el suelo, o tal vez me arranque una brisa negra. Sea lo que sea,nuestro momento ya ha pasado,sin darnos cuenta se nos echó el Otoño encima.

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  2. Igualita no te quejes.Estas en lo mejor de la vida. Tú momento no ha pasado ni mucho menos
    cada época es diferente,a las pasadas.
    Todas tienen su encanto, si sabes buscarlas.
    besos.

    Marta

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  3. ¿y quién define cual es nuestro tiempo?,¿en qué momento debemos perder la esperanza, la ilusión?.El paso de los días, el paso de los años ¿debe dejar necesariamente un poso de tristeza o de nostalgia?. Igualita, mira bien ese reflejo tuyo en el espejo ¿no hay una persona más sabia, más segura, más comprensiva, más generosa que aquella adolescente de los 80?. Es cierto, cambiamos ideales por realidades, utopías y sueños por vida cotidiana, seguridad, certeza, pero nada nos impide pensar que lo mejor aún está por llegar, que construimos la vida cada día y que ningún día es igual que el anterior. Marta tiene razón, vivir es un privilegio, un viaje apasionante porque lo extraordinario puede estar en las cosas más ordinarias, y quedan aún muchas cosas por descubrir.Hace poco en una exposición leí una frase de Proust que decía: “El verdadero viaje del descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en ver las mismas cosas con nuevos ojos”. Igualita, tus ojos de otoño son nuevos, tu tiempo no pasó¡¡¡ adelante!!!

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  4. ¿Dónde está Diane?.Que vuelva un ratito al menos.

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  5. "Tus ojos de otoño son nuevos"
    Que frase maravillosa Raquel.
    Me encanta como escribes,no te conocia.
    Un saludo.

    Marta

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  6. Igualita te acabas de ganar el primer premio X-C al pensamiento más negativo del blog.
    Nunca olvidaré estar contigo en la era, tumbados sobre una manta, viendo las estrellas, uno de los momentos mas hermosos de mi vida. ¿Puedes creer que recuerdo más nuestra infancia, la felicidad, que cualquier otra cosa?
    Esta entrada fue muy difícil, constantemente me autocensuro y además todo lo escrito es ficción, mencionar siquiera el nombre de mi padre hace voltear mi corazón. Recuerdo perfectamente aquellas caminatas bajo las estrellas para ver a Cassius Clay o a Durán o a Gómez Fouz o a Urtain; recuerdo las veladas en el pabellón de los deportes de Gijón y... lo que más recuerdo, es aquella mañana de reyes cuando encontré al levantarme mis primeros guantes de boxeo, no recuerdo cuantos años tenía pero lo que si recuerdo es que nunca volví a sentir algo igual, sentí que mi padre me quería, me sentí el mejor niño del mundo.

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  7. "Me marchaba ahora sin haber conocido nada de lo que confusamente esperaba: la vida en su plenitud, la alegría, el interés profundo, el amor. De la casa de la calle Aribau no me llevaba nada. Al menos, así creía yo entonces."
    Nada, Carmen Laforet

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