miércoles, 18 de julio de 2012
El boxeador
Golpeo en silencio, concentrado bailo, golpeo. Se de la suerte y que no hay nada de ella en mi. Golpeo las sombras, me agacho, me escabullo deseando no estar. No se donde está la vida y porqué no contó conmigo. Ahora sólo tengo que soñar, sueños que no son más que pastillas de veneno. He luchado contra todos, me he levantado con cada golpe y ahora me estremezco con tus caricias, se del tiempo que se fue y se de todas aquellas cosas que ya nunca volverán. La vida, maldita, me escupe y yo no hago más que odiarla. No encuentro las razones, tampoco ahora las busco, golpeo al vacío, a ese cada vez más gris recuerdo. Siento, sólo siento y bailo con un quintal de carbón en cada pierna. La cabeza no ve mas allá de las sombras y por eso no importa que cierre los ojos. Los puños me golpean como si fuesen piedras y no queda nada que no sea la muerte y la decepción.
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duros golpes de realidad dura. huele a sangre y sudor absurdos.
ResponderEliminarmuy bueno.
abrazo!
De nuevo llueven piedras en este lugar. Bienvenido de vuelta al mundo real.
ResponderEliminarpunzante.. para leer en voz alta a golpe de guillotina y vino, cuando dices "y ahora me estremezco con tus caricias" se eriza el pelo.
ResponderEliminarestoy con Kynikos, muy bueno!
salud
Muy bueno! LLueven piedras y no decimos que son rosas.. Mirando la verdad de frente.Abrazo.
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