Miro como sale mi sangre, las venas la escupen con cada gemido del corazón, se van las risas, se van los besos, se van las noches, la tristeza y todos los abrazos que no me diste, que no me das. Cierro los ojos y te veo, te amo y siento, como se va la vida, la vida que no tendremos. Tengo el sabor de tus labios y el dolor de tus cuchillos, la vida... se va... sin ti.
Escalofrío
ResponderEliminarEsto no es muerte y destrucción, esto da ganas de suicidarse, es terrible todo lo que dices y como lo dices, me haces recordar muchas cosas y me has hecho llorar, es que duele solo leerlo, asi que imagínate sentirlo, espero que estés bien, porque escribir todo eso tiene que ser durísimo para ti, si no lo sientes no puedes hacerlo.
ResponderEliminartengo una música para esto....
ResponderEliminarTe lo pregunto a ti, si estás al otro lado. Tan solo pido una respuesta que me ayude a reponer el “yo” que no encuentro.
ResponderEliminarDime dónde guardo su recuerdo, dónde recojo el esbozo de su sonrisa, dónde guardo sus caricias apolilladas sobre mi piel, dónde su mirada clavada entre mentiras, donde su risa de hiena envuelta en la oscuridad. Dónde su falso calor junto a mi cuerpo, dónde el cobijo que nunca tuve.
Ahora su imagen se pierde despacio y sin embargo, surge en sueños inoportunos para borrar la noche y vestirla de luto.
Antes de emprender este viaje sin equipaje, el cambio de morada sin destino, he de archivar los recuerdos, esconder los restos de un camino desandado. No me acompañan ni las pulgas de los perros, ni las chinches de los colchones, sólo el aroma el olvido llevo puesto; hasta dejé la historia vivida en un guardamuebles.
Necesito cajas, cajones, envases, arcones, tarros donde almacenar las lágrimas que vertí, conservarlas para siempre, y así recordar mi persona y no renegar de lo que un día quise ser. Por favor, dame la respuesta que no está escrita para recobrar ese "yo" de quién no sabe quién es.
Entre las piedras una víbora me mordió, buscaba un mensaje, tal vez su olor en algún jirón pero sólo encontré veneno. La noche sabe... del infierno.
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